Por cuarta vez, el gobierno de María Eugenia Vidal se reunió con las primeras líneas de los gremios docentes para discutir salarios. En esta ocasión, agregaron un plus de 3 mil pesos a los maestros que tomen cursos de capacitación.
Fuentes de la gobernación destacaron que, de ese modo, se suman $9.000 a los docentes que cumplen con el presentismo y se capaciten. Para percibir el beneficio deben cumplir 148 horas de formación anual, no en servicio. No obstante, los gremios rechazaron la oferta. Esperan un aumento del 20% y no están dispuestos a negociar la cláusula gatillo.
El encuentro comenzó con un informe detallado sobre el presupuesto realizado por el ministro de Economía, Hernán Lacunza, en el que explicó el déficit que tiene la Provincia y la inversión que se lleva adelante, en especial, en infraestructura educativa. Lacunza detalló que destina 5.097 millones en mejoras edilicias en las escuelas.
Al igual que en las reuniones anteriores, mantuvieron lo que parecen ser dos posturas inamovibles de la Provincia: el incremento del 15% en tres tramos y la exclusión de la cláusula gatillo. Sin embargo, con el correr de los encuentros agregaron algunos ítems que no fueron suficientes para seducir a los gremios.
Después del giro de $4.500 a los maestros que no faltaron en 2017, propusieron un nuevo esquema de presentismo para este año: un plus de hasta $6.000 con excepciones para quienes se ausenten en casos de embarazo, accidente de trabajo, duelo, donación de órganos o violencia de género.
El presentismo divide las aguas. Para los gremios es “poner el salario por encima de la salud del docente”. Para el gobierno, una necesidad de continuidad del aprendizaje y económica. Según las cifras que relevaron, el 67% de los agentes pidió al menos una licencia el año pasado, lo cual obligó a la Provincia a afrontar 117.343 suplencias en promedio cada mes con un costo de 19 mil millones de pesos. A su vez, la tasa de ausentismo fue del 17% en las escuelas públicas y descendió hasta el 5% en las privadas.
En la anterior paritaria, el gobierno incluyó una cláusula de revisión en octubre,lo cual implica una reunión entre las partes para cotejar las diferencias entre el aumento salarial y la inflación. Según dijeron fuentes de la gobernación, la cláusula incluiría la creación de una comisión dedicada a “analizar los mecanismos de compensación”.
Después de la tercera reunión paritaria, se llevó adelante una comisión técnica salarial entre las segundas líneas de los gremios y los ministerios. La mesa buscó acercar posiciones, pero resultó improductiva, de acuerdo a los representantes gremiales.