Entre lágrimas y ovaciones, los exmanteros de Once recibieron por parte del presidente de CAME, Osvaldo Cornide, los certificados de finalización del “Programa de Capacitación de Habilidades y Oficios”. “Estamos emocionados por los logros alcanzados. El entusiasmo y las ganas de crecer de los vendedores nos han contagiado de esperanza. Al revés de lo que muchos pensaban, nosotros aprendimos de ellos. Aprendimos que unidos podíamos resolver el flagelo de la venta ilegal”, dijo y agregó: “Fue una experiencia innovadora, exitosa, de inclusión social y también inspiradora, para terminar con las mafias organizadas y rescatar a los verdaderos trabajadores, ayudándolos a formalizarse y a convertirse en emprendedores”.
Durante el acto, los vendedores ahora insertos en el circuito de la economía formal, no lograron ocultar su emoción. “Cuando me llamó el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta no dudé ni un minuto en brindar colaboración con la capacitación y los fondos. Ahora, cuando los veo a ustedes, pienso: ‘Qué mejor destino haberles dado este curso’”, resaltó Cornide y contó que a los 11 años fue obrero textil “a mí la vida no me regaló nada”.
Muchos ex manteros, gracias a la motivación que obtuvieron por parte de los capacitadores de CAME, empezaron a diseñar o fabricar sus propios productos, mientras otros se asociaron para pensar su propio negocio. Al respecto, Cornide destacó que “el trabajo en equipo fue fundamental para lograr que se asocien. Algunos ya se conocían de Once, disputando un mismo espacio y ahora se unieron”.
Luego del desalojo de los manteros del barrio de Once, en enero pasado, más de 900 vendedores callejeros ilegales se inscribieron en los cursos propuestos por CAME como requisito para poder acceder a los predios instalados por el Gobierno de la Ciudad, a fin de insertarse en el mercado formal.
Así, en la primera parte de la capacitación, los ex manteros estudiaron teoría y elementos de la comunicación, comportamiento del consumidor y defensa de los argumentos.
Luego, en el segundo módulo, aprendieron las nociones básicas del emprendedurismo: liderazgo, propuesta de valor y plan de negocios, tabla de costos, evaluación del mercado y adaptación a las necesidades del consumidor.
Finalmente, se les brindó nociones de derecho laboral, normas de convivencia en el ámbito del trabajo, herramientas tecnológicas útiles para la búsqueda de empleo y cómo enfrentar una entrevista laboral.
Parecía imposible, pero finalmente en Once todo cambió. El plan de embellecimiento de la zona, ahora liberada de manteros que hacía intransitables las veredas y generaban caos de tránsito, transformándose en un imán para arrebatadores, mecheras, narcotráfico y cualquier tipo de otro delito, quedó en el pasado. También se erradicaron los rentistas de baldosas y las organizaciones que explotaban a los manteros para revender mercadería robada o pirateada. Ahora los trabajadores comenzaron una nueva etapa.
