La mesa nacional que Alberto Fernández decidió armar para discutir la estrategia electoral del Frente de Todos (FdT) tiene el aval de la mayoría de los gobernadores. La idea parece no estar del todo clara en las arterias del peronismo.
Hay dirigentes que creen que se trata de una mesa donde se podrá discutir la gestión, mientras que la mesa que está pensando el Presidente es exclusivamente para debatir la estrategia electoral del Frente de Todos (FdT)
Tal es así que hay dos condicionamientos que Fernández tiene para que ese espacio de diálogo se efectivice: la mesa no debe ser para discutir el rumbo de la gestión o las candidaturas para las PASO. Es para debatir el futuro del armado nacional, la situación en las provincias y el camino que debe recorrer la alianza política para llegar unida a las elecciones, ya que la posibilidad de un quiebre es uno de los riesgos que más temor generan en el oficialismo.
La diferencias que hay en la interpretaciones sobre el objetivo concreto de la mesa nacional pueden traer un nuevo momento de tensión en la coalición. ¿El motivo? El kirchnerismo entienden que debe ser para discutir gestión y candidaturas. Justamente lo que Fernández no está dispuesto a discutir.
En la mayoría de las provincias está instalada la sensación de que la conformación de la mesa puede servir para aplacar la interna peronista y que será un espacio de unidad y un punto de encuentro para discutir el futuro del peronismo. Sin embargo, no hay claridad sobre el alcance real que tendría. ¿Por qué? En gran medida, porque la relación entre Fernández y el kirchnerismo está tan agrietada que no hay confianza en que pueda crearse en un plazo breve y sostenerse en el tiempo.
A los mandatarios les faltan detalles sobre la iniciativa y esos datos deben salir de Alberto Fernández que, en definitiva, es quien va a encabezar la mesa. Miden sus pasos y sus palabras. Quieren estar o tener un representante, pero necesitan saber más sobre el contenido real que va a tener, para poner los dos pies en el plato.
Hay provincias donde son más resistentes o tienen más dudas sobre el armado de la mesa. En otras provincias advirtieron que meterse en la discusión nacional lo único que haría sería entorpecer la provincialización de las elecciones, que tiene por objetivo diferenciarse de los comicios nacionales y abstraerse de las problemáticas de todo el país, para alambrar la provincia y discutir los problemas concretos del ámbito local.