Con la interna oficialista irresuelta, la relación entre los intendentes del conurbano bonaerense y el presidente Alberto Fernández quedó expresada la poca o nula presencia de los jefes comunales bonaerenses en los últimos actos. Entre los jefes comunales prima una actitud de prescindencia a la hora de posicionarse junto al Presidente en la disputa que sostiene con la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Según contaron al diario La Nación dos intendentes peronistas del conurbano, no hubo convocatoria oficial para concurrir al acto en el centro recreativo del gremio de los albañiles, el 20 de mayo pasado, ni para el que se organizó en Florencio Varela, el 25 de mayo, después de un Tedeum para el que sí se cursaron invitaciones a jefes comunales pero tuvo la asistencia únicamente del de Tigre, Julio Zamora.
“Me invitaron al Tedeum un día antes, hay improvisación”, le dijo a La Nación uno de los mandatarios locales ausentes en la Catedral porteña. Un colega suyo señaló que, en el caso de la Uocra, la convocatoria debería haber corrido por cuenta de Gerardo Martínez, líder del sindicato.
“Sinceramente, creo que, si Alberto Fernández llama a 20 intendentes a un acto político, es posible que no vayan. Creo que lo hace para no comprometer, para no exponer”, señaló un intendente del Gran Buenos Aires que aseguró que “la mayoría de los jefes comunales no está ni con uno ni con otro” en la pelea entre Fernández y la vicepresidenta.
Un jefe comunal que calificó de “muy fuerte” que en el acto de la Uocra la ausencia de intendentes haya sido total, sostuvo que “está todo el mundo mal en el territorio” y “viendo cómo cada uno se salva y sufre menos daño”. Añadió que, para ese acto, había dos presencias de líderes municipales confirmadas que se bajaron a último momento.
Los intendentes están a la espera, lejos de ser un refugio en el que el Presidente se apoye en tiempos turbulentos.
“Todos esperan que el Presidente tenga una reacción. Lo de la renuncia del exsecretario de Comercio Interior Roberto Feletti fue la primera cosa proactiva que hizo; el resto es resistencia”, le dijo a La Nación un jefe comunal de un distrito del conurbano.
“Tiene dos caminos: romper y cambiar, por ejemplo, al ministro del Interior, Eduardo de Pedro, que es su ministro político; o decir que no va por la reelección, que es lo que quiere Cristina. Si dice eso, se calman las aguas”, completó. Sin embargo, es de los que analizan desde afuera y piensan que el Presidente no tiene “voluntad de dar la pelea” contra el kirchnerismo duro.