Finalmente, el miércoles se reunieron los intendentes peronistas con los bloques de senadores y diputados en La Plata. A esta altura, los jefes comunales ya alardean con que la unanimidad para votar el Presupuesto tal como ellos lo plantean es un hecho y que la gobernadora “va a tener que venir al pie”, según reza el apotegma truquero.
Uno de los temas que aún no está cerrado y que deberá ser sintetizado en pocos días más es el nivel de endeudamiento que votarán. Hay quienes plantearán quitar un 25 por ciento, otros un 50 por ciento y, los más duros, proponen quitarle el 75 por ciento. Vidal propuso en el presupuesto una suma de 93 mil millones, que el peronismo no está dispuesto a dejar pasar. Además -en esto ya existe acuerdo-, exigirán la creación de un fondo de infraestructura, no dentro del endeudamiento futuro, sino dentro del presupuesto.
Para concretar las tratativas del presupuesto 2017, los intendentes conformaron una mesa que incluirá a los presidente de los bloques de senadores y de diputados y a tres intendentes de la Primera y de la Tercera secciones electorales y un jefe comunal por cada una de las secciones, que incluyen a la segunda, la cuarta, la quinta, la sexta, la séptima y la octava.
Como las negociaciones son día a día, el viernes, los intendentes y los parlamentarios peronistas volverán a encontrarse, porque los acuerdos básicos aún deben ser detallados.
Paralelamente, Vidal intenta salivarles el asado a los peronistas y está negociando activamente con Fernando “El Chino” Navarro– que tiene influencia sobre los seis integrantes de su bloque que preside- sobre dos asertos básicos: voto favorable o ausencia, ya que para ser aprobado, el proyecto exige los dos tercios de los presentes. En el Senado, entretanto, los operadores del oficialismo necesitan torcer dos voluntades para conseguir los dos tercios.
