El kirchnerismo reaccionó con cierta perplejidad ante las críticas directas que hizo Alberto Fernández a Cristina Kirchner desde España. Si bien las declaraciones del Presidente circularon en los chats de La Cámpora y el Instituto Patria, en los que no se ocultó el malestar de los seguidores de la vicepresidenta, la indicación que bajó desde el Senado fue que nadie respondiera, “por ahora”, las afirmaciones del jefe de Estado.
Al ser consultados por La Nación, una fuente con acceso directo a la Vicepresidenta dijo: “No vamos a hablar de eso por ahora”.
Lo hizo después de que el Presidente advirtiera, en declaraciones al diario El País de Madrid, que su compañera de fórmula tiene “una mirada parcial, absolutamente económica, que desatiende que vivimos una pandemia”, cuando hace señalamientos críticos sobre el rumbo de la administración nacional.
Los dirigentes del espacio –que no están acostumbrados a que desde el propio oficialismo desafíen públicamente a la vicepresidenta- sólo contestarían las críticas en caso de recibir una orden directa que emane de la propia Cristina Kirchner.
Pese a ello, algunos referentes del kirchnerismo deslizaron su malestar con las declaraciones de Fernández, pero lo hicieron en ámbitos reservados, en los que predominó la idea de que la gestión presidencial no estaría siendo eficiente.
Una preocupación similar expresó Sergio Massa en la reunión de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham): “Hay que garantizar que el gobierno funcione bien aún en el debate”, dijo.
Las declaraciones del Presidente en Madrid, donde inició una fugaz visita a España –con reuniones con el jefe del gobierno Pedro Sánchez y con el rey Felipe VI-, se convirtieron en una réplica directa a Cristina Kirchner, que el último viernes había desgranado desde Chaco una serie de cuestionamientos a la política económica que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el aval del propio Alberto Fernández.
Pero ahora la pelota quedó picando en el campo del kirchnerismo. Las fuentes consultadas por La Nación tras las declaraciones del Presidente en Madrid afirmaron que “por ahora” la decisión es “no hablar del tema”.
Los dirigentes del espacio dependen, claro está, de lo que decida la propia Cristina Kirchner en las próximas horas. La vice tendrá que definir si escala el “debate de ideas” o si mantiene el silencio como una señal de distensión.
