La entrada en vigencia del nuevo Código Penal marca una nueva interpretación de las prisiones preventivas, aunque otros dicen que no cambio nada y que no lo único que hubo es un mal uso de las prisiones preventivas por parte de los jueces que las aplicaron. Lo concreto, es que el nuevo Código entró en funcionamiento y seguramente afectará a las prisiones preventivas y a los que se encuentran detenidos.
Frente a eso, el ministro de Justicia, Germán Garavano, descartó este martes que la puesta en marcha del nuevo Código Procesal Penal que pone límites a las prisiones preventivas vaya a derivar en liberaciones masivas de detenidos.
“No lo veo viable”, sostuvo el funcionario al ser consultado por esa posibilidad.
Las palabras del ministro tienen lugar luego de que la comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del Código Procesal Penal Federal del Congreso firmara días atrás una resolución que fija nuevas condiciones a la prisión preventiva en todo el país, bajo los límites del nuevo Código Procesal Penal.
“Lo importante no es la prisión preventiva, sino el juicio oral y público. El nuevo Código establece reglas claras para la prisión preventiva”, agregó en declaraciones a Radio Nacional.
Garavano remarcó, además, que “bajo ningún concepto deberían autorizarse ningún tipo de libertades anticipadas o revocatorias de prisiones preventivas dictadas”.
Dijo también que el pedido de liberación “podría sí ser planteado por las personas que están privadas de su libertad” y que “en principio lo que ha hecho el Código Procesal Penal Federal es mantener las causales existentes”, pero que “describe objetivamente supuestos muy específicos” para dictar la prisión preventiva.
E insistió en que “la nueva normativa, en algunos puntos, es mucho más dura que la anterior”.