La encuesta se terminó apenas unas horas antes de que se confirmara el arribo de Sergio Massa como superministro de Economía y sirve para ilustrar el escenario (muy) complejo que enfrenta el hasta el martes diputado.
Es un sondeo nacional que hizo la consultora Zuban Córdoba. Se trata en realidad de la fusión de dos firmas que trabajaban por separado, pero que ya hace más de un año lo hacen de manera conjunta.
Entre el 23 y el 26 de julio hicieron un relevamiento de 1.300 casos en todo el país, con +/- 2,71%. Lo terminaron un día antes de que se conociera la noticia de la designación de Massa, pero como se repartió en los medios el fin de semana, en el informe incluyeron el dato.
De entrada lo plantean así:
“Si no te gusta cómo está puesta la mesa, lo mejor que podés hacer es darla vuelta”, dijo Frank Underwood en una escena de House of Cards. Esa misma línea debe haber estado presente en muchas mentes de la política argentina en los últimos días. Es precisamente lo que parecemos estar viviendo: un auténtico cambio de escenario, probablemente el cambio de escenario más grande del gobierno del Frente de Todos”.
“Un 60% creía que Alberto Fernández debía hacer un cambio total de gabinete. Fue el primer dato que hicimos circular de nuestro estudio nacional de agosto. Y menos de un día después de su circulación nos enteramos de la llegada de Sergio Massa al gabinete en un nuevo rol de “Super-Ministro” concentrando la totalidad de las áreas económicas. Según trascendidos, nuevos cambios serán anunciados en los próximos días”.
“Se trata de un nuevo escenario político y económico, un cambio en las reglas de juego del debate entre oposición y oficialismo que no todos parecen haber decodificado hasta ahora. Puede ser el nacimiento de una nueva lógica en la centralidad política. La oposición parece creer que puede atacar a Sergio Massa con las mismas armas que hasta ahora han utilizado contra Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. No parece que sea la jugada más inteligente. Cualquier cambio en las reglas de juego requiere adaptar las estrategias discursivas. No hacerlo es el primer paso para empezar a cometer errores que se pagan caro”.
Y sigue: “En el adelanto de este estudio de agosto también decíamos que la sociedad muestra mayor madurez que la clase política, especialmente en lo que tiene que ver con el respeto a la institucionalidad y el mandato del gobierno. La irresponsabilidad de algunos actores sociales que parecían jugar con posibles fines de ciclo o salidas anti-democráticas se chocó rápidamente con esa madurez social”.
“Sin embargo, aunque la llegada de Sergio Massa implique un cambio en las reglas de juego, lo que sigue sin cambiar es la impaciencia de la sociedad. El 70% de percepción negativa del gobierno y sus figuras se mantiene intacto. Ese 70% necesita empezar a ver resultados y acciones concretas para empezar a revertirse. No habrá luna de miel para el nuevo Super-Ministro, se necesitan medidas urgentes y consensos políticos alrededor de las mismas. Las reglas cambiaron, la urgencia se mantiene”.
Luego, se van desgranando los gráficos y las cifras. Con varios récords negativos para el Gobierno nacional.
• El 72,2% desaprueba la gestión del Gobierno.
• El 75,4% cree que el país va en la dirección incorrecta.
• El 71,1% tiene desconfianza en que el Gobierno de Alberto Fernández pueda revertir la crisis económica.
• El 74,3% cree que la situación institucional y democrática del país es frágil.
• Entre siete oficialistas evaluados, Daniel Scioli era el que tenía mejor imagen positiva (34,5%). La mayoría, incluidos Massa y Fernández, no llegan al 30%.
• De cara a las elecciones del 2023, el Frente de Todos figura segundo, con 28,7%, a poco menos de seis puntos de Juntos por el Cambio (34,6%). Y con los libertarios de Javier Milei debajo, con 21%.
La incógnita que surge de la encuesta es cuánto tiempo tiene Sergio Massa para renovar la apuesta política del Frente de Todos. Es difícil saberlo, pero tiempo no es lo que sobra.