No pasó un mes y medio desde que irrumpieron en el escenario político con la promesa de “ponerse la patria al hombro” y cada vez se habla más de ellos.
Se trata de la Red Laudatista, ese conglomerado de políticos, dirigentes, gremialistas, referentes sociales y empresarios que el 13 de octubre pasado firmaron públicamente un documento que tiene como bases de acción la encíclica ecológico-humanista Laudato Si, del papa Francisco, y el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional de Juan Domingo Perón de 1974.
El sábado pasado, Clarín publicó una nota sobre una supuesta reunión “secreta” que tuvo lugar en el partido de Moreno el 6 de noviembre entre el legislador porteño y titular de la Fundación Alameda, Gustavo Vera –uno de los principales referentes de esta red–, y varios jueces federales (se nombraba especialmente a Sebastián Casanello y Daniel Rafecas), fiscales y secretarios de juzgados para fomentar el “Laudatismo Judicial”. La nota tenía también un toque de atención anti-K, marca registrada de ese medio: sugería que el papa Francisco, “que todo lo comprende y perdona” podría servir de sostén a muchos “magistrados con indisimulables simpatías kirchneristas, a quienes la caída de Cristina y su posterior desfile judicial los dejó a la intemperie y bajo una intensa lluvia de recriminaciones sociales”.
En diálogo con Noticias Urbanas, horas antes de tomar un avión hacia el Vaticano para participar de un coloquio sobre narcotráfico, Vera salió al cruce de estas últimas afirmaciones. “Nada que ver. No fue una reunión secreta –subrayó– sino un encuentro para organizar el 16 de diciembre un coloquio en la Legislatura, en el salón Montevideo, destinado a los secretarios de juzgados, en el que se buscará replicar los ejes de la cumbre de Francisco con los jueces y fiscales que tuvo lugar en el Vaticano”. El legislador se refería al encuentro antimafia organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales que, el 3 de junio pasado, reunió a magistrados de diferentes países con el papa, y en el que participó una nutrida delegación argentina. “Allí –añadió Vera–, Francisco dio un discurso brillante contra el crimen organizado. Habló de la trata de personas, del tráfico de órganos, del narcotráfico. Esto llevó a que los jueces que participaron quisieran compartir con sus secretarios estas inquietudes, ya que, en la práctica, son muchas veces estos últimos los que llevan adelante las causas judiciales. Así surgió la idea de hacer este encuentro en la Legislatura, en el que expondrán el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia. También fue invitado el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, que no podrá asistir por una cuestión de agenda pero que enviará a su segundo al mando. La idea es que los secretarios de los juzgados federales concurran, debatan y participen”, detalló el legislador porteño.
Según adelantó el titular de La Alameda, uno de los puntos a discutir será cómo reutilizar socialmente la incautación de bienes non sanctos realizada por la Justicia. “Un ejemplo: hace unos años, el juez Oyarbide ordenó la incautación de 300 máquinas y estas quedaron en un galpón, a la intemperie, y cuando se llegó a juicio y el tribunal oral dispuso que el INTI hiciera uso de ellas, cuando las fueron a buscar, estaban destruidas. Lo mismo sucede con los autos incautados que quedan por tiempo indeterminado en cementerios de coches: incrementás el gasto del municipio, contaminás el medio ambiente, y son cosas que podrían ser usadas por la sociedad. Muchas propiedades de narcos quedan cerradas cuando podrían ser utilizadas por gente que necesita vivienda”, añadió Vera.
Ahora bien, ¿se está gestando el “Laudatismo Judicial”, como mencionaba la nota de Clarín? En este caso, la respuesta de Vera sí es afirmativa ya que, según aduce, la red original se encuentra en expansión hacia otras redes que, a su vez, se montan en los mismos principios fundadores.
Objetivos papales y nacionales
Los puntos guía de este conglomerado que se ramifica se encuentran en la encíclica Laudato Si (en español, “Alabado Seas”), la primera que escribió Francisco en su totalidad, firmada el 24 de mayo de 2015 y publicada el 18 de junio de ese mismo año. De carácter ecológico y humanista, es un llamamiento a cuidar el planeta, entendido como “la casa de todos” y un “don de Dios”, que puede resumirse en los siguientes ejes nodales: luchar por la preservación del medio ambiente contra el peligro del cambio climático, poniendo a hombres y mujeres, en lugar de al dinero, en el centro de la actividad humana; accionar por la paz; fomentar la cultura del encuentro en lugar de la cultura del descarte, y combatir las formas modernas de esclavitud, declarándoles la guerra a las mafias y rescatando a las víctimas.
Vera y el exgobernador de la Provincia de Buenos Aires Felipe Solá fueron la vanguardia del armado de una red que recogiera este compromiso más allá de los partidos políticos. En marzo de este año, la movida comenzó a tomar forma. La relación entre ambos había comenzado durante las últimas elecciones en la Provincia de Buenos Aires, en 2015. Allí, con Julián Domínguez derrotado en la interna del PJ, Aníbal Fernández peleaba por la gobernación bonaerense, vetado por Francisco. Fue en ese momento que se produjo el acercamiento de Vera (de estrechísima relación con el papa) y Solá que, pese a que fuera el candidato de Sergio Massa (también distanciado de Francisco), competía contra Fernández.
“A partir de marzo de este año se comenzó a trabajar a puertas cerradas para la redacción de los diez puntos que presentamos el 13 de octubre”, relata a Noticias Urbanas el ex embajador ante la Santa Sede Eduardo Valdés, otro de los dirigentes de la red, quien remarca varios puntos de coincidencia entre la encíclica Laudato Si y el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional de Perón del ’74. Ese día, en la sede del Sindicato de Vendedores de Diarios que dirige Omar Plaini, se llevó a cabo el primer encuentro laudatista y la firma del documento fundacional, denominado “Ponernos la Patria al hombro” que leyó la ex defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires Alicia Pierini (ver aparte).
En la presentación estuvieron Solá, Vera, Pierini, Plaini, Valdés, el diputado nacional y uno de los líderes del Triunvirato de la CGT, Héctor Daer; el senador Fernando “Pino” Solanas; el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis; su par de Merlo, Gustavo Menéndez; el ex diputado nacional Julián Domínguez; los empresarios Federico Cuomo y Enrique “Pepe” Albistur; la diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez; el secretario general de Suterh, Víctor Santa María; el secretario general de Alimentación, Rodolfo Daer, y el secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez. También fueron de la partida Mariano Mera Figueroa, Hernán Patiño Mayer, Raúl Reyes Claudio Mate Rothberger, Juan José Tangari, Ximena Rattoni, Alejandro Marmoni, Juan Manuel Martínez Chas y Andrés Irigoyen, entre otros.
“Esta es una red de personas que viene de distintos sectores. Queremos confluir con otras redes que están trabajando el Laudato Si. Es un desafío para nosotros y queremos salvar a la humanidad de su propia autodestrucción”, manifestó, ese día, Vera, aclarando que no eran “una cofradía”, como, según denunció, se los “intentó catalogar”, sino que trabajaban “en red y haciendo política, porque justamente el Papa Francisco dijo que él hace política, porque es la más alta caridad, como lo señaló Pablo VI”.
A su vez, Pino Solanas indicó que “el Laudato Si se pone encima de todos, va por el gran llamado dramático, por la unidad nacional y la vida, para cuidar la casa común”, y lo vinculó con el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional de Perón afirmando: “Fue el general Juan Domingo Perón quien vino a plantear la Concertación. Nosotros venimos a decir que la unidad es superior al conflicto”. También calificó como “esenciales” a los diez puntos del documento que acababan de firmar.
Por último, Solá remarcó que “se recurre a Perón para una unidad nacional, no por una litúrgica peronista”, y añadió que esta “es una red de confianza por ideas y sentimientos”.
El 17 de octubre, fecha clave para el peronismo, Francisco recibió a Pino Solanas, quien le llevó el documento firmado cuatro días antes. Fue todo un gesto político de apoyo, sobre todo cuando desde Presidencia de la Nación se había anunciado, vía Télam, que el papa recibiría ese día a Mauricio Macri, hecho que finalmente ocurrió el 15 de octubre.
Funcionamiento ramificado
Sus referentes la definen como “una red de reflexión y de intervenciones prácticas” y le otorgan un rol activo en la unificación de la CGT, en la relación de esta central obrera con los movimientos sociales, en la redacción de algunos proyectos importantes de emergencia social y laboral como el de la Ley Antidespidos, en la defensa del papa frente a campañas difamantes y en la elaboración de actos ecuménicos con diferentes figuras, como por ejemplo, el realizado con representantes de Cambiemos y del kirchnerismo en el convento de San Francisco, con motivo del primer aniversario de la encíclica Laudato Si.
También se muestra como garante del sistema democrático frente a la posibilidad de conflicto social, acercando las demandas de los trabajadores al Gobierno y aconsejando posibles soluciones. “Sin perjuicio de las justas demandas de lo que corresponde, tratamos de bajar la fiebre y de que todo circule dentro de los límites de la democracia. Desde el Gobierno nacional están empezando a entender que queremos colaborar y no obstruir”, remarca uno de sus integrantes ante Noticias Urbanas.
Otras acciones que los laudatistas están llevando a cabo son la implementación de mesas interinstitucionales contra el narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires, con la participación, hasta ahora, del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo; de su par de Justicia, Gustavo Ferrari, y del intendente Gustavo Menéndez, entre otras figuras. Hasta ahora se armaron en tres circuitos: Merlo-Marcos Paz, Cañuelas-Esteban Echeverría-Almirante Brown, y Olavarría. La idea es que participen ministros, intendentes, jueces, fiscales, obispos y organizaciones de la sociedad civil.
Vera describe a la red como ramificada y descontracturada. “Hay personas que ocupan lugares muy importantes y tienen una actitud de hermano con los demás integrantes. Eso es algo muy bueno eso porque significa reflotar la política con mayúscula”, afirma el presidente de La Alameda.
Ante Noticias Urbanas, Pierini coincide con esta apreciación. “Cada uno tiene su identidad y sus simpatías, pero todos formamos una red de contención y de intercambio de buena fe, aún con las diferencias que tenemos. Un espacio de mucha riqueza interna. Acá se busca cuidar la democracia y ser un canal de transmisión de los justos y legítimos reclamos en un escenario que sabemos que es muy difícil. Hay que pensar en cómo construimos y no cómo combatimos. Porque se combate a las dictaduras y no a un gobierno legítimo. La idea es que no ocurra otro 2001. Que no vuelva a derramarse sangre ni que se ponga en riesgo la democracia”, afirma la ex defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
La alternativa electoral
¿Y qué hay de la posibilidad de que esta red tenga una manifestación político electoral en el armado de una lista conjunta? Por ahora, la idea parece difícil de aplicar, aunque no se descarta para el futuro. Ante la pregunta de Noticias Urbanas, uno de sus dirigentes deja esta reflexión: “Es prematuro pensar en que vamos a tener armada para 2017 una lista en común. Va a correr mucha agua bajo el puente, aunque, si abrís procesos que son fructíferos, los espacios van a llegar solos. Muchos vamos a hacer un esfuerzo de unidad e intentar expresiones conjuntas, pero el foco de la red, más que en el mediano plazo, está puesto en el largo y en las acciones inmediatas. La red es un laboratorio de ideas y un hospital de campaña”.