Los usuarios habituales de la Línea A de subterráneos, que enlaza la Plaza de Mayo con la estación San Pedrito, en el barrio de Flores se vienen quejando desde hace tiempo por la frecuencia del servicio, que se extiende cada vez más hacia la alta, según se desprende de los libros de queja de Metrovías y de los informes de los organismos de control.
En las quejas de los pasajeros está muy presente la frecuencia de 4:30 minutos que existe entre subte y subte, que no sólo extiende los tiempos de espera, sino que hace que viajar sea una experiencia cercana al nirvana de la asfixia. Incluso, en algunas ocasiones, hubo pasajeros debieron ser asistidos por los servicios de emergencias callejeras. Subterráneos de Buenos Aires-Sociedad del Estado (SBASE), la empresa que controla el servicio se planteó como objetivo disminuir la frecuencia a 2:30 minutos en 2015.
El Gobierno porteño anunció, en respuesta a las quejas, que se decidió adelantar la llegada de 105 trenes desde China, que vendrán el año que viene en lugar de en 2017, como estaba previsto inicialmente. Antes, durante 2014, se sumarán siete vagones como un anticipo de lo que vendrá.
Metro vías informó, además, que la Línea A transporta actualmente un promedio de 2.989.891 personas cada mes, lo que sumaría unos 5.878.692 al año.
En 2013 se incrementó el caudal de usuarios, que de acuerdo al balance de la empresa concesionaria, que al 30 de septiembre había transportado a 258 millones de personas, en comparación con los 247 millones de 2012 en el mismo lapso de tiempo.
Sin embargo, el número de pasajeros es significativamente menor a los que transportaba la empresa cuando estaba bajo el control del gobierno nacional, que durante el mismo período, en 2011 trasladó a 317 millones de usuarios, mientras que en 2010 lo había hecho con 307 millones.