La imposibilidad de usar las escaleras mecánicas es la principal queja entre los usuarios del subte porteño, según un informe basado en datos oficiales, que revela además que los reclamos están en aumento y que la línea B es la más problemática.
El análisis fue hecho por el Laboratorio de Políticas Públicas, que estudia temas de desarrollo urbano y movilidad. Según el informe, fueron 15.244 los reclamos por problemas en el servicio del subte que ingresaron en 2018 al Sistema Único de Atención Ciudadana (SUACI) del Gobierno porteño. Las quejas fueron un 41% más que en 2017.
Las principales quejas que se presentan por los canales oficiales coinciden con las informales y tienen que ver con las escaleras mecánicas que no funcionan, el trato del personal, la frecuencia y las interrupciones.
Según el informe, fue el segundo año consecutivo en el que los problemas con las escaleras mecánicas encabezaron el ranking de reclamos, con más de 3.000 quejas, un 3% menos que el año anterior.
Las escaleras mecánicas se encuadran dentro de los problemas de infraestructura, entre los que también están los de ascensores (el tercer motivo por el que más se reclama) y molinetes. Juntos representan el 49% de las quejas y son el rubro más denunciado.
En segundo lugar están los llamados “inconvenientes con el personal”, con el 14,8% de los reclamos. Entre ellos se mencionan la mala atención de trabajadores del subte y las dificultades en los centros de atención al pasajero. Le siguen los ascensores que no funcionan. Las quejas relacionadas con ellos tuvieron un incremento anual del 54%.
En el cuatro, entran las demoras e interrupciones del servicio, con un 13% de las quejas, un motivo que en las redes sociales aparece en cambio en primer orden.
En ese sentido, en el relevamiento se destaca que el 64% de los reclamos ingresaron a través del libro de quejas, la modalidad más antigua.
Con respecto a la frecuencia y el hacinamiento con el que se viaja, Gentili señala que hoy viajan más usuarios a las 16 que a las 19. “Las horas en que más gente viaja son de 8 a 9 y de 17 a 19, y no en todas ella rige el objetivo planteado por el Gobierno porteño de una frecuencia de 3 minutos. Eso implica que la gente viaja más apretada en horarios no pico”.
Por último, en quinto lugar, están las quejas relativas a inconvenientes con los medios de pago. Representan un 12% y engloban las dificultades para usar las tarjetas SUBE, Monedero o “En Todo Estás Vos” y las terminales de autoconsulta.
En este panorama, la línea B es la que más problemas registracon 3.368 reclamos seguida de la H con 3.281. En tercer lugar, la D alcanzó los 3.090 reclamos mientras que la A tuvo un total de 2.807. Las restantes líneas mostraron una diferencia más pronunciada que las anteriores, con 1.815 quejas en la E y 861 en la C.
En cuanto a las estaciones, la que más dificultades acumula es Santa Fe con 546 reclamos, seguida de cerca por la estación Las Heras con 525. A continuación se ubica Juan Manuel de Rosas de la línea B, con 417 quejas. Luego Congreso de Tucumán de la D con 413 y Córdoba de la H, también con 413. Las sigue Plaza Once, de la H, con 380. Abajo de estas Pueyrredón de la D sumó 374 quejas; Juramento, 367; San Pedrito, 318, y Puán 302.
La estación Santa Fe de la línea H es la más criticada por los usuarios. Foto: Luciano Thieberger
La mayoría de estas 10 estaciones mantuvieron como principal motivo de queja los inconvenientes con las escaleras mecánicas y ascensores, en especial aquellas pertenecientes a la H.
En el caso de las estaciones Juan Manuel de Rosas (Línea B), Congreso de Tucumán (Línea D) y San Pedrito (Línea A) los principales motivos de reclamos se encontraron repartidos de manera más equitativa entre escaleras mecánicas, ascensores, medios de pago e Inconvenientes con el personal.