Loupias se reunió con el nieto de Francisco Beiró por la recuperación del espacio

Loupias se reunió con el nieto de Francisco Beiró por la recuperación del espacio

El inmueble sufre un deterioro casi irreparable y perdió estado parlamentario su conservación.


Un tesoro del patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires se oculta en la calle José Luis Cantilo al 4500, en el barrio porteño de Villa Devoto. En esa esquina, detrás del óxido, la vegetación crecida y el descuido se encuentra la casa del histórico dirigente radical Francisco Beiró. Desde hace años, los vecinos de la zona llevan adelante una lucha para restaurar y conservar el inmueble que hoy, según advierten, ya es irrecuperable.

Beiró pasó a la historia como uno de los dirigentes más relevantes de la Unión Cívica Radical (UCR), partido del que fue presidente. En 1918 fue elegido como diputado nacional, cargo que ejerció hasta 1922, cuando asumió como ministro del Interior. En 1928 resultó electo como vicepresidente de la Nación, en la fórmula que compartió junto a Hipólito Yrigoyen. A pesar de esto, el líder radical no logró ocupar su cargo debido a su fallecimiento a los 51 años de edad.

Luego de su muerte, su casa quedó bajo el control de su familia y se convirtió en un importante lugar de encuentro para los dirigentes y miembros del partido que supo dirigir. Con los años, partes de la vivienda fueron loteadas: las caballerizas y cocheras fueron demolidas en 1960 y, actualmente, ese espacio fue reemplazado por el pulmón de un edificio.

En 2007, sus bisnietas decidieron venderla debido a una serie de dificultades para mantenerla. Un año después fue adquirida por una inmobiliaria “muy reconocida en la zona”, de acuerdo al testimonio de los vecinos. Así fue que, ante el terror de una posible demolición, la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto decidió movilizarse. Finalmente, lograron que el inmueble fuese catalogado con Nivel de Protección Estructural, a través de la ley N° 2858/08.

Desde entonces, legisladores radicales junto a vecinos, comuneros y organizaciones civiles dedicadas a la preservación de los bienes arquitectónicos de Buenos Aires presentaron diversos proyectos de ley para conservar la vivienda y evitar su deterioro absoluto. Si bien desde 2009 a 2020 se impulsaron tres propuestas para salvar la propiedad, ninguna prosperó.

En ese marco, el legislador de la UCR/Evolución, Francisco Loupias, enfatizó la importancia de poner nuevamente el tema de la agenda y trabajar en el año 2025 por la recuperación del espacio.

“Es fundamental para el avance de un futuro proyecto el consenso de los distintos bloques”, remarcó Loupias luego de la reunión con el nieto de Francisco Beiró.

El proyecto que cayó en el olvido

Un olvido que se hizo oficial el pasado diciembre, cuando la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires dejó sin tratamiento el ante último proyecto presentado tres años atrás por el ex diputado de la UCR, Juan Francisco Nosiglia, que buscaba declarar a la casona de Beiró “de utilidad pública y sujeto a expropiación”.

En su articulado, la iniciativa, que estaba basada en los dos proyectos anteriores, proponía destinar la propiedad a la Dirección Nacional de Museos “a los efectos de construir el Museo y Centro Cultural de la Democracia para la realización de actividades artísticas, culturales y de extensión” de la Comuna 11, la cual está integrada por los barrios de Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita. Además, planteaba la restauración y puesta en valor de la totalidad de la fachada del inmueble, incluyendo su entorno y las áreas internas.

“Nosotros fuimos advertidos de que la casa iba a ser tirada abajo y que iban a hacer un fideicomiso con una torre. Cuando presentamos el proyecto inicial, hicimos una reunión con los vecinos y pensamos en cómo resguardar la memoria de Beiró. Primero, propusimos crear un museo en su honor. También, queríamos hacer un museo para Villa Devoto, donde se pudieran hacer actividades culturales amplias, y que el control administrativo estuviera a cargo del Ministerio de Cultura, o de la Comuna, pero esa propuesta murió. Más adelante, el proyecto posterior fue el del Museo de la Democracia”, dijo Norberto Malaguti, presidente de la Junta de Estudios Históricos del barrio.

Frente a la quietud, el proyecto de ley fue impulsado nuevamente por el legislador de la Ciudad, Lucio Lapeña (Bloque UCR – Evolución), en mayo de 2022, con el objetivo de ganar 365 días más de tiempo. Sin embargo, según pudo conocer este medio, la propuesta aún continúa en comisión de cámara de origen, a la espera de su avance.

“Era una persona muy importante. Para nosotros es una derrota. Fue un tipo que se preocupaba por el barrio. Es una tristeza que solo lo recuerde una avenida, cuando su casa está ahí mismo. La residencia tiene dos valores muy importantes: quien la habitó, y que fue un lugar donde pasaron Arturo Frondizi e Irigoyen. Tiene un valor, aparte de histórico, profundamente democrático”, detalló Malaguti.

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