El embajador argentino en Washington, Martín Lousteau, reclamó, en un reportaje concedido a un matutino porteño, que se le permita competir en la interna de Cambiemos para ser el candidato del oficialismo a la Jefatura de Gobierno en 2019, aunque ya avisó que competirá de manera diferenciada también en las legislativas del año próximo.
Lousteau condicionó, inclusive, la existencia de Cambiemos en la Ciudad -que es uno de los contados distritos en los que no existe- a la competencia interna. Además, el diplomático, fue premiado y castigado con el “amargo caviar del exilio”, con el que se alimenta cotidianamente en la lejana capital de los Estados Unidos de Norteamérica, que dista 8395.22 kilómetros (o 5216.5 millas) de la Ciudad, entre otras razones para “olvidar” que Horacio Rodríguez Larreta, que lo enfrentó el 19 de julio de 2015 en la segunda vuelta para elegir jefe de Gobierno, apenas lo superó por 40 mil votos.
Pero Lousteau no se quedó sólo en la queja, sino que lanzó el desafío. “Hoy se le podría preguntar a Rodríguez Larreta si él quiere que haya Cambiemos en la Ciudad. ¿Qué quiere decir que haya Cambiemos en la Ciudad? Que el Pro compita con Energía Ciudadana Organizada (ECO) (la lista que encabezó él mismo en 2015), por ejemplo. ¿Está dispuesto PRO en la Ciudad a hacer eso? No“, se contestó a sí mismo el eventual diplomático.
Lo mismo, el ex ministro de Economía planteó que la coalición gubernamental debería existir en el distrito porteño y que ECO está dispuesta a competir por dentro y no por fuera, al menos hasta ahora. De todos modos, puso condiciones. “Tiene que quedar muy claro que armar Cambiemos no es subsumir la personalidad de un espacio político en la de otro“, sintetizó.
Para dotar de volumen a su afirmación, Lousteau planteó que la sola existencia de ECO dentro de Cambiemos significa “darle más riqueza y más volumen a un espacio político, para que haya alternancia verdadera a nivel de la Ciudad y a nivel nacional. No que nosotros dejemos de decir lo que queremos por estar en un espacio”, aclaró, para acusar de que si “Cambiemos no existió en la Ciudad”, fue a causa de que “el PRO decidió que no existiera”.
El diplomático continuó pidiendo espacios -que hasta ahora en el Pro no están dispuestos a resignar-, al reconocer que “no soy del PRO y voté al presidente Macri en el ballottage” -es decir, no lo hizo en primera vuelta, cuando fue aliado con Progresistas y no con Cambiemos-, basándose en que “cuando se arman coaliciones, es muy importante el disenso interno, que haya matices, discusión, diferencias y es importante hablarlas. Esa no es la lógica que prevalece en el PRO“, volvió a atacar.
A continuación, Lousteau escribió la Biblia de ECO. “Nosotros representamos con ECO cuáles son las prioridades de gestión, señalamos cuáles son las falencias de la administración de la Ciudad, qué cosas nos gustan y están bien y qué cosas cambiaríamos inmediatamente. Defendemos eso, no nos importa si es por afuera o desde adentro“, disparó sin inmutarse, casi rompiendo lanzas.
En este camino, el también expresidente del Banco Provincia, volvió a atacar a Horacio Rodríguez Larreta. “El Pro está abierto este año o en 2019 a que los liderazgos en la provincia de Buenos Aires se diriman en una interna. En la Ciudad, no está dispuesto“, diferenció.
Finalmente, Lousteau se mostró proclive a definir a ECO como una fuerza dispuesta a disputar poder en un espacio no peronista. “La competencia es por la identidad del espacio no peronista”, definió y agregó que “lo que más le conviene al presidente Macri es que Cambiemos sea lo más fuerte posible y lo más fuerte posible es cuando incorpora a toda aquella gente del espacio no peronista que tenga los mismos principios”.
Aquí, astutamente, Lousteau diferenció las franjas políticas que están en disputa. “Para mí -argumentó-, el PRO, es un espacio más conservador” y, en este sentido definió que “lo que ECO quiere hacer es que la pata socialdemócrata dentro de Cambiemos tenga otro peso para discutir estas cuestiones“.
