A casi una semana de que se desatara la polémica, el embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, confirmó el pedido de armamento bélico a ese país, pero aclaró que corresponde a “necesidades de equipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas para propósitos de defensa, como así también de misiones de paz”.
“Los listados se corresponden con necesidades establecidas por el Ministerio de Defensa para las distintas fuerzas”, explicó Lousteau, y agregó que “se trata por ende de aspiraciones para dotar a las mismas de capacidades necesarias para las Fuerzas Armadas de cualquier nación del porte de la Argentina”.
El funcionario dio estas explicaciones en una carta abierta, donde además informó que la semana próxima estará en la Ciudad y se comprometió a responder todas las dudas que surgieron con el abultado pedido de material bélico a EE.UU., que superaría los dos mil millones de dólares.
El Ministerio de Defensa, que conduce Julio Martínez, también tuvo una reacción tardía ante la revelación periodística: el martes, emitió un comunicado donde negó haber concretado la compra de armamento militar y sostuvo que el extenso listado que trascendió es de “carácter exploratorio, genérico y público”.
“La misiva no refleja, por ende, ninguna operación sino una tarea vital de cualquier embajada: ampliar las posibilidades de nuestro país para satisfacer sus necesidades en todos los campos”, señaló Lousteau.
Puntualizó que se trata de un trabajo de cara al proceso presupuestario de EE.UU. para que la Argentina pueda acceder a programas donde se ponen a disposición “elementos de defensa a precios simbólicos” y también se permite “tener crédito en mejores condiciones”.
A continuación, la carta abierta de Lousteau: