Después de las elecciones legislativas de 2013 y el batacazo de UNEN, Martín Lousteau se perfilaba como un candidato de oro para disputar la jefatura de Gobierno porteña. Es más, el año pasado, en el entorno del economista se envalentonaban con los números y veían posible derrotar al PRO en las urnas. Hoy, la situación es otra muy distinta.
El primer golpe lo sufrió en noviembre último, cuando Elisa Carrió plantaba a Fernando “Pino” Solanas y rompía el Frente Amplio UNEN. Allí, Lousteau no sólo cayó cuatro puntos de un golpe, sino que además comenzó una suerte de goteo que hoy lo ubica cercano a los 10. Por lo menos así lo tienen medido tanto en el búnker oficial de Horacio Rodríguez Larreta como en el de Gabriela Michetti.
Del portazo de “Lilita”, pasando por la foto de la propia Carrió con Macri y la desaparición de UNEN (el sello por el que compitió dos años atrás), hasta la reciente decisión del radicalismo en la Convención de Entre Ríos. Todas estas movidas en el tablero electoral fueron esmerilando la postulación del economista y ahora su situación es delicada. Hay quien se anima a decir, incluso, que la legisladora Graciela Ocaña, “si conserva lo que tiene”, puede llegar a derrotarlo en las PASO. Un escenario impensado algunos meses atrás.
Para colmo, tanto Ocaña como Lousteau, coquetearon hasta último momento con efectivizar un salto explícito al PRO. La ex titular del PAMI estuvo a punto de acordar con Rodríguez Larreta (iba a ser su vice en caso de que el jefe de Gabinete ganara la interna amarilla) y Lousteau con Michetti. Es más, con Lousteau el acuerdo estaba tan avanzado que tuvo que intervenir el mismísimo Macri para impedirlo. El jefe de Gobierno le habría prometido una cartera en el gobierno nacional en caso de ganar las presidenciales de octubre.
Con este derrotero, Lousteau quedó entrampado en terreno jabonoso. ¿Mantiene su perfil opositor y ataca al macrismo o se pega al jefe de Gobierno y se muestra explícitamente como una colectora de PRO? Aunque entre los dirigentes que acompañan al ex ministro de Economía las posiciones están repartidas, Lousteau parece no tener dudas y se para en la vereda de enfrente. Así lo manifiesta en las entrevistas o incluso en twitter, donde mantiene el mismo tono crítico que mostraba antes de los cierres que hicieran Carrió, primero, y los radicales, después.
De mantenerse esta tendencia, el tema más sensible será sin lugar a dudas el de los fondos para la campaña. Hasta ahora nunca hubo problemas con los aportantes (entre los que destaca el ex jefe de Gabinete y actual socio de Lousteau, Christian Colombo). Sin embargo, tras la merma en Ciudad y fundamentalmente con el juego abierto en Nación, temen que “no fluya como antes”. “Estos muchachos se la guardan para la grande, para la nacional”, confesó a Noticias Urbanas un funcionario que conoce el paño.
Adelante radicales
“En la Capital tenés una franja electoral cercana al 70% que es antikirchnerista y nosotros tenemos que pescar ahí. El tema es que es la misma pecera de la que come el PRO. Porque ese porcentaje es más o menos el mismo que considera buena la gestión de Macri en la Ciudad. No es fácil”, explicó a NU un candidato de ECO.
La campaña sigue adelante pese a estos vaivenes. Por estas horas se está definiendo un gran acto de lanzamiento, que seguramente será el próximo 27 de marzo en el Teatro Gran Rex. En ECO, claro está, manejan números más auspiciosos y creen que están en condiciones de hacer una buena elección, una que incluso permita desbancar al kirchnerismo como segunda fuerza del distrito y modificar entonces el reparto de puestos en la Legislatura porteña, los organismos descentralizados y ahora también en las comunas.
La lectura que les da confianza radica en el escepticismo y el desinterés de buena parte del electorado. “La gente igual no entiende todo este armado. La alianza todavía no va a estar inscripta (la nacional que conformarán el PRO, la UCR y la CC), así que cuando la gente llegue a la urna va a votar por el candidato que le guste sin pensar con quién irá en la presidencial”, explican.