Lousteau navega entre dos aguas y promete postularse en la Ciudad

Lousteau navega entre dos aguas y promete postularse en la Ciudad

El embajador en Washington aseguró que "ECO va a estar presente el año próximo". Su actitud incomoda al Pro, adonde no saben si considerarlo un aliado o un enemigo, a pesar de su pertenencia política.


En un acto realizado para conmemorar los 33 años de la asunción presidencial de Raúl Alfonsín, que dio origen al actual proceso de vigencia de la democracia, el embajador argentino en EEUU, Martín Lousteau, volvió a manifestar su deseo de ser en 2019 el candidato a jefe de Gobierno porteño por Enegía Ciudadana Organizada (ECO) y no por Cambiemos.

Es extraño el caso del radicalismo porteño, que se negó hasta ahora a conformar Cambiemos en el distrito, a pesar de las sugerencias, amenazas y propuestas que plantearon sus dirigentes nacionales. No menos extravagante es la circunstancia de que su figura principal en la ciudad, que es, precisamente, Lousteau, sea un extrapartidario. Justo en la UCR, un partido más que centenario, que obliga a sus dirigentes a respetar una liturgia, a desplegar un lenguaje y a utilizar una cultura partidaria que v vctiene muchos años de tradición.

Cambiemos, por su parte, existe en casi todo el país. Tanto existe, que la única duda acerca de la candidatura de Lousteau radica en cuál va a ser la boleta que va a encabezar, si la de Cambiemos o la de ECO.

El acto se realizó en la sede porteña de la Unión Cívica Radical, ubicada en Tucumán 1660, protagonizado por una masiva concurrencia, que obligó a cortar la calle Tucumán, entre Rodríguez Peña y Montevideo. Una pantalla gigante ubicada en la calle permitió a la concurrencia seguir las alternativas del acto, que se desarrollaba en el interior del edificio.

Antes del acto, en un breve contacto con los periodistas, Lousteau aseguró que “ECO va estar presente el año próximo”, a la vez que destacó que la coalición que lo llevó en 2015 a disputar una elección en la que perdió ante Horacio Rodríguez Larreta por sólo 40 mil votos, al frente de una coalición conformada por la UCR, la CC-ARI y el Partido Socialista, “está más organizada y más fuerte que nunca”.

Lousteau, que cada vez que reafirma su postura opositora debe volver a explicar su rol paralelo como embajador argentino en Washington, no negó la posibilidad de abandonar su puesto diplomático, siempre y cuando el pedido para que lo haga provenga desde el interior de ECO. “Somos un espacio que decide colectivamente y, si así se decide, lo voy a hacer“, prometió, misterioso.

Para graficar su contradicción de funcionar como representante diplomático y ser, a la vez, un opositor interno, Lousteau informó que “el presidente Mauricio Macri supo desde el comienzo, cuando me ofreció el cargo, que la vocación de ECO es seguir compitiendo en la Ciudad“, sostuvo, a la vez que advirtió que su decisión no depende de la postulación de Elisa “Lilita” Carrió, que sopesa sus posibilidades en la Ciudad de Buenos Aires, pero también en la Provincia homónima.

La flotación algo esquizofrénica, que obliga a mantenerse entre dos aguas al diplomático, quedó evidenciado en su respuesta a otra pregunta acerca de la boleta que encabezará. Allí Lousteau no negó la posibilidad de integrar la fórmula de Cambiemos en la ciudad, aunque haciendo la salvedad de que esto sólo ocurrirá “si los valores que defiende ECO no están en juego”.

En el acto estuvieron presentes los socios de ECO. Entre ellos, se vio a los legisladores porteños Paula Olivetto Lago (CC-ARI); Roy Cortina (PS); Graciela Ocaña (Confianza Pública), cuyas formaciones políticas forman parte de ECO y a sus colegas Juan Nosiglia, Hernán Rossi, Marcelo Guouman e Inés Gorbea, que conforman el bloque Suma +, que alberga a los radicales y a sus aliados cercanos en la Legislatura.

También estuvieron el presidente del partido en la ciudad, Emiliano Yacobitti y los históricos referentes Rafael Pascual -expresidente de la Cámara de Diputados-, Marcelo Stubrin -actual embajador en Colombia- y Jesús Rodríguez -exdiputado y exministro de Economía de Raúl Alfonsín-, que estuvieron acompañados por la diputada nacional Carla Carrizo.

De todos modos, más allá de presencias y ausencias -que las hubo y fueron notorias-, Lousteau y sus aliados radicales siguen incomodando al oficialismo a nivel nacional. Los radicales recibieron varias ofertas para sumarse a Cambiemos en la ciudad, pero se quejan amargamente de que la adhesión que se les solicitó era sólo testimonial, sin que se tradujera en ministerios, ni en candidaturas legislativas, por lo que las consideraron absolutamente inadmisibles.

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