La vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, regresó de Río Gallegos a la Ciudad de Buenos Aires, donde retomará los encuentros personales con los dirigentes de su máxima confianza para analizar los resultados de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo pasado.
Quienes frecuentan el despacho del primer piso del Senado, donde Cristina Kirchner realiza reuniones, indican que para ella no fue una novedad que Javier Milei quedara primero.
Cristina sostiene que las PASO eran “una elección de tercios y de pisos” en términos de la cantidad de votos. Ahora es necesario dilucidar si los votos obtenidos por el binomio conformado por Sergio Massa y Agustín Rossi son un piso desde el cual se puede crecer de manera exponencial o no.
La esperanza radica en que, aunque Unión por la Patria (UxP) quedó en el tercer puesto, la fórmula Massa-Rossi obtuvo más votos que la de Patricia Bullrich y Luis Petri.
La incógnita es cuál será el rol de Cristina Kirchner en esta nueva etapa: si se involucrará más activamente en la campaña o se mantendrá al margen, como hasta ahora.
Mientras, la oficina del primer piso de la Cámara alta lentamente vuelve a convertirse en un centro de campaña donde, según los voceros de la exmandataria, se llevan a cabo “encuentros privados de carácter político”.
Se espera que en estos días se reanude la costumbre generada en la previa a las PASO, en la que dirigentes como Máximo Kirchner y Eduardo de Pedro la visitaban cotidianamente, mientras que el gobernador Axel Kicillof y el ministro y candidato Sergio Massa lo hacían de manera más esporádica.
La derrota demora los planes sobre la jueza Figueroa
La situación de la camarista Ana María Figueroa, de estrechos vínculos con el kirchnerismo y que la semana pasada cumplió 75 años, edad límite para jubilarse, permanecerá en la incertidumbre por una semana más, al menos en lo que respecta a la posibilidad de que el oficialismo haga otro intento en el Senado para darle un nuevo acuerdo que prolongue su estadía como jueza por un lustro.
“El horno no está para bollos”, indicaron desde la bancada del Frente de Todos (FdT) al referirse a la posibilidad de que el oficialismo vuelva a la carga esta semana para sesionar y aprobar el pliego que le daría a la magistrada cinco años más en el cargo.
El resultado de las primarias iba a ser determinante para la suerte de la magistrada y la floja performance del oficialismo, que terminó como tercera fuerza el último domingo, no hizo más que complicar un poco más los planes de Cristina Kirchner.
Figueroa era hasta el miércoles de la semana pasada presidenta de la Cámara de Casación Penal. Dejó ése sitial horas antes de cumplir 75 años ante la incertidumbre generada por el fracaso de Cristina Kirchner en lograr que el Senado le diera un nuevo acuerdo que le permita sortear la edad límite para ser juez que establece la Constitución Nacional.
Sin embargo, no renunció a la magistratura, sino que decidió permanecer en el cargo a la espera de que la Cámara alta apruebe su pliego. Como medida de precaución, anunció que se abstendría de firmar sentencias para evitar que la extraña situación en la que quedó tras cumplir 75 años pueda dar lugar a impugnaciones o recusaciones.