Luego de la polémica por el festejo del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez, en la Quinta de Olivos, la ex modelo Sofía Pacchi regresó el miércoles a la Casa Rosada para cumplir funciones bajo la Secretaría General de Presidencia, a cargo de Julio Vitobello.
“Estoy trabajando”, le dijo al diario El Día que fue testigo del momento en el que la ex modelo debió ir a registrar su huella en una dependencia de Casa Militar, cuando intentó ingresar a un área para la que no contaba con autorización.
En ese marco, Pacchi fue escoltada por personal policial al edificio. Por el momento, cuenta con un contrato como personal de planta transitoria. No fueron detalladas las actividades que realizará en el Ejecutivo nacional.
Tras la resolución oficial para que los trabajadores públicos de la administración nacional que hayan recibido al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19 regresen a la presencialidad, Pacchi debió volver a sus funciones en Balcarce 50.
Luego de haber trabajado de forma remota durante varios meses en su puesto de la subsecretaría de gestión institucional, el miércoles retomó las tareas presenciales. La amiga de Yañez, forma parte la planta transitoria de Casa Rosada.
De acuerdo a las pruebas presentadas en la causa, la exmodelo había ingresado en reiteradas oportunidades a la Residencia de Olivos, durante la cuarentena estricta que se decretó el año pasado, y fue denunciada por “violaciones a las normas” dispuestas en el marco de la pandemia de coronavirus.
Según constatan los informes, Pacchi visitó la casa presidencial en más de 60 oportunidades durante lo años 2020 y 2021. Tras conocerse sus visitas, Alberto Fernández fue también denunciado penalmente por presunto incumplimiento de sus deberes.
Además formaría parte de la fotografía filtrada, que data del cumpleaños número 39 de Yañez del 14 de julio del 2020, cuando la primera ola se acercaba a su pico. En la polémica imagen, se puede ver a la pareja presidencial posando sin barbijo.
Junto a ellos, una decena de comensales alrededor de una larga mesa, sin respetar la distancia mínima obligatoria, de acuerdo a lo dictado por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que el mismo Fernández había impulsado por su cuenta.