El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó este martes una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y que el multilateralismo guíe las decisiones para enfrentar la compleja coyuntura actual. “Las estructuras del Consejo de Seguridad están congeladas desde hace seis décadas y responden cada vez menos a los desafíos del mundo contemporáneo”, afirmó el presidente brasileño.
Lula abogó por un diálogo directo con las grandes potencias para reformar las estructuras de Naciones Unidas y que los países desarrollados cumplan un nuevo papel en un mundo multipolar.
También criticó duramente la especulación financiera que ha llevado a la crisis económica mundial y pidió una vigorosa respuesta de carácter multilateral a las amenazas que pesan sobre todos.
El mandatario aseguró que “es inaceptable” la representación “desigual y distorsionada” en la gestión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y contrastó el nivel de los fondos destinados para Europa con los que se envían a África.
En esa línea, detalló que mientras las naciones europeas recibieron 60.000 millones de dólares en derechos especiales de giro del FMI, los países africanos recibieron 34.000 millones de dólares.
“No se han sentado las bases de una nueva gobernanza económica”, destacó. También explicó que el grupo BRICS surgió “a raíz de este inmovilismo” y constituyen “una plataforma estratégica para promover la cooperación entre países emergentes”.
Asimismo, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) reiteró que “la estabilidad geopolítica y la seguridad no se lograrán donde haya exclusión social y desigualdad”.
Presidente Lula discursa na 78º Assembleia Geral da ONU https://t.co/7JHfKF9ynI
— Lula (@LulaOficial) September 19, 2023
“El neoliberalismo ha empeorado la desigualdad económica y política que aqueja a las democracias actuales. Su legado es una masa de gente desheredada y excluida (…) Repudiamos una agenda que utiliza a los inmigrantes como chivos expiatorios, que corroe el Estado de bienestar y que ataca los derechos de los trabajadores”, aseveró.
Lula recordó que la ONU “nació para ser el hogar del entendimiento y el diálogo”.
“Las sanciones unilaterales causan un gran daño a la población de los países afectados (…) El Consejo de Seguridad de la ONU ha ido perdiendo progresivamente su credibilidad. Esta fragilidad surge, en particular, de las acciones de sus miembros permanentes, que libran guerras no autorizadas en busca de expansión territorial o de un cambio de régimen”, opinó.
Y matizó: “Su parálisis es la prueba más elocuente de la necesidad y urgencia de reformarlo, dotándolo de mayor representatividad y eficacia”.
En actualidad, el Consejo de Seguridad está compuesto por cinco miembros permanentes –EE.UU., China, Rusia, el Reino Unido y Francia– y 10 naciones no permanentes, elegidas para un plazo de dos años.