Macri endurece el discurso para evitar fugas por derecha

Macri endurece el discurso para evitar fugas por derecha

El presidente, preocupado por las fugas de votantes por derecha, puso toda la carne en el asador.


El ascenso del discurso del candidato de Juntos por el Cambio hacia un tono más duro fue reforzado desde la gestión para interpelar a los votantes que se fugan por derecha. Ahora se sumó la novedad de la decisión que puso en marcha el “Servicio Cívico Voluntario”, con el que Mauricio Macri apuesta a aleccionar a los jóvenes sobre los “valores , democráticos y republicanos”. 

A la búsqueda del voto más conservador, el Gobierno reforzó de esta manera uno de sus ejes de campaña de cara a octubre. Pese a los cuestionamientos, Patricia Bullrich negó que se tratara de una “colimba encubierta”, la misma que la democracia abolió tras la muerte del conscripto Omar Carrasco.

“No es una colimba; ése es un discurso que atrasa y quiere dejar a las fuerzas armadas fuera de la democracia, y eso no lo vamos a permitir”, aseguró la ministra, ante el aluvión de críticas que llegó desde la oposición y desde los organismos de derechos humanos.

La iniciativa, que fue publicada el martes en el Boletín Oficial como una resolución del Ministerio de Seguridad, escapó al tratamiento parlamentario y llega en plena campaña electoral. Para reforzar su impulso, el Presidente de la Nación recorrió el Comando de la Región I de la Gendarmería Nacional, en Campo de Mayo, junto a una de las ministras que mejor sintonía fina posee con uno de los ejes diseñados por Marcos Peña para triunfar en las elecciones.

En la Jefatura de Gabinete la destacan por ser una de las integrantes del Gabinete con “mejor imagen positiva”. La recorrida no incluyó palabras presidenciales y hasta ahora la voz de mando la llevará la ministra, que en su gestión puede exhibir algunos logros para la conquista del voto de la mano dura, en especial desde su férrea defensa corporativa de las fuerzas de Seguridad en los casos Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.

Por este último caso es que el prefecto Francisco Javier Pintos, acusado de ser el homicida del joven mapuche, se encuentra detenido con prisión preventiva desde mayo. Como si fuera poco, después de eso es que llegó para quedarse la doctrina Chocobar con la que las fuerzas de seguridad se sienten liberadas para disparar primero y preguntar después.

Al principio de su mandato, incluso, Macri se jugaba a fondo con un decreto para implementar el beneficio del 2×1 para los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. Ahora, a pocos meses de coronar sus cuatro años de gestión y ya cerca de las elecciones, la apuesta es sincerarse como nunca para conquistar aquellos votos fugados hacia las filas de Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert.

Los dichos recientes de Oscar Aguad minimizando los levantamientos militares durante la democracia, al señalar que lo de los Carapintadas había sido “poca cosa”, con el fin de justificar la presencia de Aldo Rico en los festejos patrios, son otra muestra de la falsa espontaneidad con la que el Gobierno se expresa a través de sus ministros sobre un pensamiento que recorre las ideas de Macri, que se lanzó a la política nacional de la mano de Ricardo López Murphy, otro gran exponente de algunas vertientes de la mano dura.

“La Gendarmería es más valorada que la educación pública”, sostuvo Bullrich al defender el programa que está destinado a 1.200 jóvenes de entre 16 y 20 años. La “experiencia piloto” está dirigida a jóvenes sin trabajo y fuera del sistema educativo, los llamados “ni-ni” que la política usa con demagogia.

El “Servicio Cívico Voluntario en Valores”, que funcionará por ahora sólo en seis centros de la Gendarmería, no permitirá el uso de armamento, aunque se propone “educar” a través de talleres y entrenamiento físico dictados por los agentes. En 2010, el candidato a Vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, cuestionó un proyecto similar que llegó a tener media sanción, porque se trataba de una propuesta que se proponía “reinstaurar un servicio militar light; una remake devaluada del servicio militar verdadero” y advertía sobre el riesgo de que “tener otro Omar Carrasco” muerto en las “instalaciones militares” por los abusos y maltratos de los oficiales militares.

En la resolución oficial se asegura que “el compromiso con los jóvenes consiste en trabajar por una Argentina sin narcotráfico, donde el resguardo de la vida y la libertad de quienes podrían encontrarse en situación de vulnerabilidad social sea prioritario”. Y por ello es que el Servicio Cívico nace como una “herramienta para brindar oportunidades de formación a los jóvenes” a través de los “valores democráticos y republicanos, que suponen compromiso cívico para que conozcan sus derechos y sus responsabilidades, sus capacidades y potencialidades personales, el sentido del deber, la capacitación en nuevas destrezas y habilidades, el compromiso con el bien común y el estímulo a capacitarse continuamente, como herramientas para fortalecer su propia valoración, como personas capaces de generar un impacto positivo en su comunidad”.

Por su parte, Alfredo Cornejo, líder de la UCR y gobernador de Mendoza, salió a respaldar fuertemente la movida, al señalar que es un “beneficio” para esa franja etaria porque “hay mucha gente de 16 o 18 años que depende de un plan social” y “eso no pasa en ningún lugar del mundo”. En su provincia, el ex gobernador Julio Cobos había llevado adelante en 2015 una programa similar y él mismo fue el autor del proyecto que rechazaba Pichetto durante el kirchnerismo.

Fisuras que se cierran, cuando de ganar se trata. Volver a la fuentes de la génesis del macrismo es el objetivo. De eso se trata la Doctrina Chocobar, el proyecto del 2×1 para los genocidas y hasta el amague de enviar al parlamento una reforma del Código Penal que nunca terminó de concretarse.

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