El dato pasó casi inadvertido por un festejo superior. El 25 de octubre, Mauricio Macri batió otro récord en la Ciudad: superó los 50 puntos en una elección general de primera vuelta. Hasta ahora lo había logrado, pero en ambos balotajes contra el candidato kirchnerista Daniel Filmus, en 2007 y 2011. En 2000, un joven Aníbal Ibarra había quedado en la puerta del número mágico, pero sin alcanzarlo.
Así, el jefe de Gobierno porteño agregó otro mojón a su impresionante carrera como maratonista electoral en el distrito. Perdió solo una vez como candidato porteño, en la segunda vuelta de 2003, cuando la campaña del miedo sí hizo mella en los votantes de aquel entonces. Pero esa caída hoy se limita a una anécdota frente a sus ocho triunfos locales: primera vuelta para jefe de Gobierno en 2003, 2007 y 2011, balotaje en 2007 y 2011, comicios para diputados en 2005 y PASO y primera vuelta presidencial en 2015.
De cara a la revancha con Daniel Scioli, el 22 de noviembre próximo, la pregunta es si hay margen para crecer en la Ciudad. El 25 de octubre, Macri obtuvo cerca de un millón de votos en el distrito, que significan poco más del 11 por ciento de los sufragios que consiguió en todo el país. La Ciudad, en cantidad de electores, suma unos dos millones y medio y representa menos del 8 por ciento del total nacional. Es decir, el líder del Pro hizo pesar su condición de local. Lo logró gracias a un crecimiento de unos nueve puntos respecto al 41,8 por ciento que había obtenido en las primarias.
Scioli, en cambio, hizo una elección apenas modesta en la Capital. Sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de su carrera política la desarrolló aquí: fue legislador nacional por el distrito y estaba listo para enfrentar a Macri por la jefatura porteña en 2007, cuando, necesitado de un candidato a gobernador en Provincia que traccione con su esposa, Néstor Kirchner se acordó de que su entonces vice tenía algún domicilio bonaerense suelto por ahí.
El 25 de octubre pasado, el candidato K consiguió 472 mil votos porteños, el 24,1 por ciento. Para conformarse, podrá decir que obtuvo un par de puntos más que el ministro de Economía y cabeza de lista para Diputados, Axel Kicillof. Igual, poco para un porteño del Abasto, como se jacta de ser Scioli, que aspira al juego grande.
Respecto de las PASO, el gobernador creció menos de un punto. Y en la comparación nacional, los votos que sacó en Capital representaron apenas un 5 por ciento del total que obtuvo. O sea, que estuvo por debajo del peso electoral del distrito.
El resto de los sufragios presidenciales en la Ciudad se repartieron entre unos 300 mil (15,3%) de Sergio Massa, cerca de 100 mil de Margarita Stolbizer (5,1%), 84 mil de Nicolás del Caño (4,3%) y 14 mil de Adolfo Rodríguez Saá (0,7%). Además, hubo solo 33 mil blancos y anulados, bastante menos que la media del resto de las provincias.
Las perspectivas, si se analizan los antecedentes, se perfilan mejores para Macri. No solo por la imbatibilidad en el distrito, sino porque Scioli parece haber llegado a un techo.
Es probable que el jefe de Gobierno porteño consiga así una nueva marca para un balotaje. En 2007 llegó a 60,9 por ciento; en 2011 se estiró a 64,3 por ciento. ¿Alcanzará el líder del Pro los inéditos 70 puntos en el lugar que gobierna? Para lograrlo, tendrá en la campaña a las dos mujeres que mejor lo acompañan por las calles porteñas: la exvicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, y la actual, la sorprendente María Eugenia Vidal.
