En un intento casi desesperado por salvar la negativa del peronismo a aprobar el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE), Mauricio Macri y Rogelio Frigerio convocaron a Olivos a siete gobernadores de la oposición para conseguir el impacto político que los libere de soportar esa derrota.
La reunión se produjo este martes a las 9:30 en la Residencia Presidencial. Los gobernadores que se hicieron presentes fueron Juan Schiaretti (Córdoba-Peronismo Disidente); Rosana Bertone (Tierra del Fuego-PJ); Domingo Peppo (Chaco-PJ); Juan Manuel Urtubey (Salta-PJ); Mario Das Neves (Chubut-PJ Disidente); Omar Gutiérrez (Neuquén-Movimiento Popular Neuquino); Hugo Passalacqua (Misiones-FpV); Adán Bahl (Vicegobernador Entre Ríos-PJ) y Alberto Weretilnek (Río Negro-Juntos Somos Río Negro).
En unas pocas horas, entretanto, el Senado seguirá discutiendo el proyecto, en el que la duda es, precisamente la inclusión -o no- del chip de radiofrecuencia. En lo que existe acuerdo es en que habrá boleta única.
El ministro del Interior declaró posteriormente que “la expectativa del Presidente y del Gobierno es que se vote en todo el país de una manera distinta en 2017, que los ciudadanos tengan más confianza en el proceso electoral. Sin embargo, estamos conversando con los senadores para dejar una puerta abierta” para aplicar el sistema de manera gradual, lo que implicaría que se siga votando parcialmente con el sistema antiguo en algunos distritos.
Con respecto al chip de la discordia, Frigerio acotó que “en la ley no estamos especificando determinada tecnología, porque la tecnología evoluciona permanentemente. La tecnología específica para cada elección, va a tener que ser homologada y aprobada por la Cámara Electoral”, explicó.
Luego, ampliando el concepto a los demás puntos de la ley, Frigerio declaró que “éste es el primer paso de una reforma política mucho más amplia y ambiciosa, que incorpora el financiamiento de la política y se empezará a discutir los primeros meses del año que viene”.
Sólo Urtubey y Bertone se mostraron partidarios de la utilización de la BUE, que es el punto que genera mayores cuestionamientos hasta ahora.
Es posible que no exista un acuerdo antes del 30 de noviembre, por lo que si esto se confirmara, el Período Ordinario de Sesiones se extendería, casi seguramente, con la convocatoria a Sesiones Estraordinarias.
Casi seguramente, los senadores van a introducir cambios en el proyecto de reforma, por lo que debería regresar a la Cámara de Diputados, adonde el oficialismo necesitará indefectiblemente de los votos del Frente Renovador.