Mauricio Macri firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU), para ampliar en casi 100 mil millones de pesos el gasto nacional en obras públicas, la mayoría en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
Casi la mitad de ese monto (45 mil millones de pesos) está destinado al soterramiento del ferrocarril sarmiento, cuya licitación fue ganada por la UTE, que integran la italiana Ghella y la constructora IECSA de Angelo Calcaterra, primo del presidente, quien anunció que su compañía está en venta.
En el decreto 797, firmado hace poco menos de un mes pero que recién esta semana, empezó a trascender en toda su magnitud, los gastos son presupuestados hasta 2019 e incluye casi todas las obras que Macri pensó para convertir a la Ciudad de Buenos Aires, en una capital de clase mundial.
Al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se le destinarán 12.030 millones para la mega Estación Central Obelisco que bajo la 9 de Julio cruzará trenes, subte y autos; 3000 para el viaducto línea San Martín; 2250 para su electrificación; 2500 para los viaductos de la línea Mitre-Retiro, el mismo monto para la reelectrificación de su tramo hasta Nuñez y más de 3000 mil millones para la línea Belgrano.
Macri presupuestó hasta 2019 una inversión de 2700 millones de pesos en carriles exclusivos, repavimentación y veredas de la Ciudad. Y 1100 millones en ciclovías y bicisenadas.
Hay algunas plantas cloacales para la Provincia de Buenos Aires y metrobús para las ciudades de Tres de Febrero, Morón, Lanús y Mar del Plata. Y hasta Córdoba y Neuquén tendrán sus carriles exclusivos reservados con fondos de Nación.
Hay que tener en cuenta que un DNU, si no se trata en 10 días, puede ser aplicado con el Gobierno pero con un riesgo: si luego el recinto lo rechaza, el presidente debe dar marcha atrás.