Aun así, el ex mandatario pareció poner paños fríos al conflicto: “Ya está, ahora hay que seguir trabajando”.
La pelea Macri-Larreta estuvo en los corrillos del cóctel que precedió al almuerzo, en el restaurante principal del predio de Palermo, y se mantuvo latente hasta que el exmandatario habló del tema al responder una de las preguntas de los asistentes.
Hasta que contestó la pregunta más esperada, en las mesas se interpretó a la luz de la feroz interna del Pro cada palabra que había utilizado Macri en su discurso. Así, algunos entendieron que aludió a Rodríguez Larreta cuando habló de “la generación de una corriente de líderes en todos los sectores que se olvidaron de lo más lindo que tiene la vida, que es la épica, la gesta, el soñar, y lo único que tuvieron como norte es “la mía está, ¿dónde está la mía?” No me importa el conjunto, solamente cuenta si yo me salvo o no me salvo”.
Otros, en cambio, entendieron que le daba una ayudita a Bullrich cuando señaló: “Si ahora tenemos de una vez por todas el coraje de hacer lo correcto, que es lo contrario a lo políticamente correcto, el futuro es nuestro”.
En su alocusión, Macri repitió cinco veces la palabra “coraje” en sus más de 5.000 palabras utilizadas al hablar ante los empresarios, aunque no es un dato nuevo. Los miembros del Círculo Rojo no lo recibieron de manera entusiasta ni lo llenaron de aplausos, aunque disfrutaron las apelaciones del ex presidente a cambiar de manera estructural las causas de la crisis en la Argentina, sobre todo cuando criticó “el déficit, los impuestos confiscatorios y las regulaciones para unos pocos”.
La recepción al exmandatario seguramente hubiera sido distinta si no hubiera renunciado a competir en las elecciones. Llamó la atención la poca cantidad -y calidad- de aplausos ante un discurso que sintonizaba perfectamente con el pensamiento promedio de los empresarios presentes. Habrá que ver cómo reacciona esta platea preferencial cuando en el mismo lugar hablen Larreta y Bullrich.
Macri se sentó en una larga mesa principal, flanqueado por el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja (con quien habló durante casi todo el almuerzo) y por el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Javier Bolzico.
Al referirse al tema, el expresidente admitió: “Estamos recorriendo una experiencia inédita para el Pro, que es hoy quien tiene los candidatos a presidente con más posibilidades de acceder. Y competir con altura, constructivamente pensando que lo importante es para qué queremos volver al poder y cómo vamos a hacer las transformaciones que la gente entiende que van a ser realmente en beneficio de ellos, por más que hayan sido siempre condenadas como políticamente incorrectas”.
Cuando mencionó específicamente la polémica por el sistema electoral porteño, Macri hizo hincapié en que “en la Ciudad de Buenos Aires nunca ha habido fraude en cualquier sistema de elección” y destacó que él había resuelto “que íbamos a votar antes de 2019 con boleta electrónica porque es mucho más ágil”, pero en ese momento le apuntó a Larreta: “Lo que cuestioné finalmente es que Horacio no haya trabajado en equipo y haya decidido en equipo, respetando a las dos candidatas a presidente, que son María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich, dado que todo esto hace a un escenario político”.
“Creo que en eso él se ha equivocado porque tendría que haberse sentado con su partido, especialmente con ellas dos porque eso es respetar a tus rivales, y decir, bueno, podemos hacer esto, cómo lo ven”, puntualizó el exmandatario.
Macri recordó a continuación el origen de Juntos por el Cambio (JxC): “Por algo construimos una coalición y logré acordar con Carrió, que había dicho que había llegado a su límite, y con el radicalismo, y convivimos y gobernamos cuatro años civilizadamente. Ese camino no hay que perderlo”.
Enseguida, el expresidente le intentó poner un punto final al conflicto interno en el Pro: “Esto es lo que pasó. Ya está. Ahora hay que seguir trabajando y espero que todos se focalicen en explicarle a todos los argentinos para qué quieren ser elegidos para gobernar Argentina, que haya mucha claridad, que se les note la convicción, que se les note la fortaleza para enfrentar el nivel de desafío que va a haber que enfrentar porque el kirchnerismo está de salida, pero ha creado un nivel de anarquía en la Argentina y de destrucción institucional que no lo hemos visto nunca”.