El martes 14 de mayo a la tarde es una de las fechas tentativas. Por estas horas se está definiendo el lugar – en Capital Federal o en Vicente Lòpez – donde Mauricio Macri convocará a todas las figuras del Pro en lo que será el acto presentación de las nuevas autoridades, que lo tendrán a él como presidente, y donde estará invitada Patricia Bullrich – con quien sigue manteniendo distancia -, además de los gobernadores e intendentes, más los legisladores nacionales y provinciales del partido.
La idea que se baraja en el macrismo es que ese cónclave termine, por la noche, con un asado en Balcarce, la sede partidaria a pocas cuadras de la Casa Rosada. Allí, en el quinto piso, Macri tendrá oficina nueva, además de las que ya usa en Olivos.
El motivo central del retraso en la oficialización de las nuevas autoridades del Pro nacional se debe a que la jueza electoral María Servini de Cubría debía avalarlas.
La relación entre Macri y Bullrich sigue fría: se reencontraron personalmente hace diez días en la cena de la Fundación Libertad y ella lo felicitó por el nuevo cargo en el Pro. No mucho más. De hecho, el ex jefe de Estado le abrió el Consejo Directivo a los bullrichistas y le dio la presidencia de la Asamblea a la ministra de Seguridad.
Eso sí, cuando escuchó que Bullrich quería quedarse con el manejo de los equipos técnicos o la secretaría general del partido fue explícito: “Patricia ya está paga, no le vamos a dar nada más”. E incluso deslizó que si seguía presionando tampoco presidiría la Asamblea.
Con todo, Macri apuntará a intentar darle fortaleza al partido, “recobrar su identidad” e intentar recuperar una buena parte del electorado amarillo que se tiñó con el violeta libertario. “Los apoyamos, y queda claro en el Congreso, pero no somos lo mismo”, se lo escuchó decir.
Además de la oficialización, en el acto habrá distintas alocuciones. Se espera que el discurso del flamante presidente del Pro no sea crítico con Javier Milei, pero sin ningún acuerdo.
En las primeras reuniones ya se podrá visualizar que el futuro partidario está cerca. En primer lugar, Macri hoy está lejos de una fusión con La Libertad Avanza (LLA). Si bien sostiene su buen vínculo personal con el presidente Milei, sus charlas con sus colaboradores le dejaron un sabor amargo y cree, además, que el Pro tiene que fortalecerse antes de pensar en un esquema de alianzas.
A ello se le suman tensiones. Una de ellas son las candidaturas a senador por Capital Federal: hay quienes sospechan que Bullrich quiera jugar y, acaso por ello, también apareció la chance de que juegue Macri. Son especulaciones. Y en ambos casos ninguno de los dos mostró deseos de jugar.
Pero hay otros casos más tangibles: el jefe de gabinete porteño, Néstor Grindetti, ya le adelantó a varios interlocutores que está para jugar en la Provincia como cabeza de diputados nacionales, con o sin acuerdo con La Libertad Avanza (LLA). Ese traje se lo venía probando Diego Santilli, quien además mantiene un vínculo privilegiado conJosé Luis Espert, la carta número uno del Gobierno hoy en territorio bonaerense.
El único que se encamina a una silla segura es Cristian Ritondo, jefe del bloque del Pro en Diputados, quien presidirá, seguramente en junio o julio, el Pro bonaerense.
Estas tensiones también se observarán en las cuatro provincias intervenidas: Salta, Tucumán, Mendoza y Tierra del Fuego.
En ese marco ya habrás internas del Pro en Mendoza, donde la vicegobernadora Hebe Casado peleará con Gabriel Pradines (del sector de Omar de Machi, funcionario a cargo de la vinculación parlamentaria del Gobierno libertario), y en Santa Fe donde la también vicegobernadora Gisela Scaglia luchará con un dirigente cercano a Federico Angelini (subsecretario en Seguridad), quien viene de tres elecciones perdidas al hilo en el distrito
De estos temas vienen charlando los asesores macristas Humberto Schiavoni (ex senador nacional), Fernando de Andreis (ex secretario General de la Presidencia y asesor macrista todoterreno), Guillermo Dietrich (ex secretario de Transporte), Darío Nieto (jefe del bloque de legisladores porteños) y Francisco Quintana (ex titular del Consejo de la Magistratura de la Ciudad e histórico dirigente del Pro en el armado federal) cuando se reúnen los martes. De allí surgió armar un gran acto “amarillo” para validar las autoridades.
La nueva época
En el nuevo Pro aparece como vicepresidenta Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y quien trabaja en el partido desde sus inicios cuando fue titular de la Juventud. Muy cercana a Jorge Macri, Martínez será una de las nuevas caras que se presentarán el 14 de mayo.
La intendenta le imprimirá una impronta distinta en varios aspectos: en primer lugar viene bregando por una renovación, de figuras y de discurso, que permita acompañar los nuevos tiempos. En segundo lugar, sostiene un vínculo cercano a los intendentes e intentará trabajar en la Provincia para, al menos, recuperar los municipios que se perdieron el año pasado.
El vicesegundo del partido será el diputado Damián Arabia, un bullrichista de pura cepa y armador dilecto de la ministra de Seguridad.
A él se le sumará otro joven: el santiagueño Facundo Perez Carletti quien se probará el traje de secretario General, un cargo ejecutivo clave para el PRO, y quien diseñará parte de la agenda de Macri con De Andreis y Nieto. Con el dirigente de Santiago del Estero trabajará como segunda Ana Clara Romero, legisladora chubutense cercana al gobernador Ignacio Torres. Una real halcona.
El área de voluntariado y movilización volverá a manos de Dietrich, la secretaría Política para Schiavoni (quien ya fue presidente del PRO durante más de ocho años) y el área de articulación federal para Quintana, quien ya trabajó como armador provincial y, de haber sido reelecto Macri en 2019, hubiera ocupado la secretaria del Interior en la planta baja de la Casa Rosada.
El papel de Vidal
Paralelamente, el acto del 14 no será la única novedad: el expresidente eligió a María Eugenia Vidal para que se haga cargo de la Fundación Pensar, la usina de ideas que tuvo el Pro antes de llegar a la Presidencia y que luego se vio embarrada por la interna entre Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, el año pasado el ex Citibank, Franco Mocchia, fue desplazado por la entonces candidata a presidente de Juntos por el Cambio y en su lugar asumió, brevemente, la abogada Silvina Martínez. La también columnista televisiva renunció con una carta hace poco más de un un mes.
En ese marco, tras casi medio año sin trabajar juntos, Macri y Vidal recompusieron su vínculo hace varios meses y él le ofreció Pensar, que concentra el think tank del Pro y que además tiene representación en todo el país. Incluso, hay papers y documentos sobre distintas temáticas elaborados en los últimos años que, se suponía, servirían para el futuro presidente de JxC.
Con todo, Vidal comenzó su trabajo “hormiga”: reuniones y charlas con distintos expertos y dirigentes para aceitar lo que será un intento de resurgimiento de un espacio que quedó preso de las PASO. Para ello le pidió a Quintana, quien fue el segundo de Pensar, que se quede 90 días para reacomodar las áreas de trabajo y delinear una nueva estrategia. Ordenada y metódica, como es su costumbre, Vidal apuntará a poner en valor los equipos técnicos, apostar a nuevas figuras “amarillas” y que los documentos que emanen de allí sean el soporte de una oferta política y de gestión para el 2027.