Macri piensa un nuevo Cambiemos en el interior alejado de Milei

Macri piensa un nuevo Cambiemos en el interior alejado de Milei

El expresidente insiste en el espíritu frentista del espacio.


El expresidente Mauricio Macri ha vuelto a Villa la Angostura, al exclusivo Country Club Cumelén. Permanecerá allí por un tiempo más (había salido para las festividades navideñas) hasta principios de la segunda quincena de febrero, después de haber participado esta semana en varias reuniones políticas, incluyendo un intenso ciclo de encuentros en Balcarce 400, la sede principal del Pro.

Sin indicios de un nuevo acercamiento –o reunión bilateral– con el presidente Javier Milei, el exmandatario se prepara para el año electoral con tres enfoques. El primero: fortalecer y colaborar para que el Pro triunfe en las elecciones anticipadas en la Ciudad.

El segundo establecer una especie de “nuevo Cambiemos” en las provincias donde se celebran comicios separados de los nacionales o donde ya existe un acuerdo UCR-Pro.

Y por último, trabajar en la retención de dirigentes, intendentes y legisladores para evitar su migración hacia las filas libertarias.

Las provincias y la búsqueda de un “nuevo cambiemos”

En la reunión de la mesa ejecutiva del Pro, donde resurgió el espíritu frentista que ha caracterizado al partido a lo largo de su historia. A excepción de Martín Lousteau y algunos pocos, la mayoría de la dirigencia amarilla elogia a otras figuras radicales como los gobernadores, el senador Maximiliano Abad (líder en la Provincia), los diputados Rodrigo de Loredo y Karina Banfi, así como al presidente de la UCR porteña, Martín Ocampo (quien también ocupa el cargo de Procurador de la Ciudad, abogado del Gobierno porteño).

Esto sugiere que en la mente de Macri está la concepción de formar un “Neo Cambiemos”, que interprete y defienda los logros económicos de este gobierno, pero con diferencias significativas en el ámbito institucional. Además, implica la necesidad de un nuevo nombre, una estética renovada y un discurso actualizado. Esta estrategia se podrá observar claramente en las provincias que han separado sus elecciones de las nacionales: como la Ciudad y Santa Fe, por ejemplo. En ambas, junto con Mendoza, hay un acuerdo entre radicales y Pro con diferentes niveles de compromiso. La vicegobernadora de Santa Fe es Gisela Scaglia, quien es la líder del Pro provincial, por mencionar un caso.

“Sabemos que para Karina Milei esto no es solo una hipótesis. Sin embargo, menos en la Provincia, hay áreas donde si el Pro, la UCR y La Libertad Avanza (LLA) llegaran a un acuerdo podríamos alcanzar un 70%. Por ejemplo: en Córdoba, Capital Federal o Mendoza. Ellos no lo perciben”, indicó un diputado histórico del Pro.

El caso de Córdoba merece un comentario especial: quedará grabado en la memoria las idas y venidas del senador Luis Juez esta semana, cuando se reunió con Macri para explicarle por qué no deseaba dejar el bloque del Frente Pro, que ahora estará bajo el liderazgo de Alfredo De Angeli.

Juez argumentó que nunca afirmó que se uniría a La Libertad Avanza (LLA), aclarando que sus palabras no fueron esas, sino que su objetivo era postularse para la gobernación en 2027 con el respaldo del presidente Milei, con quien mantiene una relación personal. El expresidente lo escuchó con atención. Permanecerá en la bancada, aunque desempeñará una función diferente. En LLA, tampoco ha habido acercamientos para integrarlo.

La cuestión Santilli

“¿El Colo llegó a un acuerdo con el Gobierno?”, fue una de las interrogantes que se escucharon recientemente, en relación a las conversaciones que Santilli sostiene con figuras de La Libertad Avanza (LLA), especialmente su relación con “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei.

No obstante, Santilli no tiene la intención de postularse como candidato del Gobierno. Ni en la Provincia ni en la Ciudad, a pesar de que los libertarios le han presentado esta idea en los últimos días. Lo que sí mantiene es su creencia de que “un mal acuerdo es el mejor acuerdo” en la Provincia, con el fin de vencer a Axel Kicillof, a CFK y a Sergio Massa en su bastión histórico.

Para ello, con sutileza, ha estado dialogando con su amigo de larga data desde los tiempos de la juventud peronista, el líder del bloque del Pro en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, así como con su otro amigo, el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Estas son las dos figuras más importantes en la estructura territorial del Pro (sin incluir a la vicepresidenta del partido, Soledad Martínez, que es intendenta de Vicente López).

Santilli estableció su postura, pero escuchó mucho más de lo que expresó. A pesar de haber triunfado en 2021 contra el PJ unido, en estos meses podría utilizar su habilidad como armador en lugar de solo ser una figura reconocida para intentar acercar puntos que hoy parecen distantes: los libertarios ni siquiera consideran la posibilidad de unirse al Pro.

El único que podría facilitar un acuerdo nacional en este momento es el Presidente, en un diálogo concreto con Macri. Sin embargo, las negociaciones ya no se centran en la olla, sino que acaban en el banderín del otro córner, y la desconfianza del expresidente hacia La Libertad Avanza (LLA) es considerable.

De hecho, a pesar de algunos intercambios de mensajes, un encuentro cercano entre ambos aún no está en el horizonte. Aunque nunca se puede descartar, entre ellos ya hay quienes contemplan otras alternativas.

El objetivo de retener CABA

La situación en la Ciudad ha estado ocupando y preocupando a Macri durante varios meses. La inesperada salida de Néstor Grindetti, quien desde 2023 no se ha comunicado con el líder del Pro, junto con la oposición a la SAD por parte del presidente de Independiente, ha intensificado la situación.

Los cambios en el gabinete, la llegada de Antoni-Gutiérrez Rubí y el relanzamiento de la gestión son solo algunos ejemplos. Otro detalle: aunque la nueva vocera, Laura Alonso, llega respaldada por su amiga Soledad Martínez, la sonrisa de Macri se hizo evidente al ser preguntado sobre este movimiento.

Con todo, el expresidente está apostando todo a triunfar en las elecciones desdobladas junto a su primo. Su preocupación por la gobernabilidad en la Ciudad se intensifica, especialmente al considerar que cuenta con un escaso número de legisladores propios (actualmente 12 de 60, de los cuales la mitad son lilitos y larretistas). Por esta razón, planea involucrarse personalmente en la campaña porteña. Sin importar que, meses después, su única opción sea postularse como senador nacional, ya sea con o sin un acuerdo con Milei.

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