En medio de la crisis económica, el presidente Mauricio Macri decidió retomar su agenda internacional, luego de la derrota que sufrió en las elecciones primarias del pasado 11 de agosto. Pero de cara a las generales de octubre, esa agenda que había quedado en pausa volvió a reactivarse y ahora el primer mandatario debe decidir si finalmente viaja a Nueva York para el 24 de septiembre cuando tiene turno (la última chance de este mandato) para hablar ante la Asamblea General de la ONU, según reveló el medio Ámbito.
Por un lado, el último contacto que tuvo Macri con Washington data desde el 24 de agosto, donde mantuvo una llamada telefónica con el presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, desde otro lado de la vereda Jorge Faurie y Fulvio Pompeo estuvieron al lado del armado de la visita que Ivanka Trump inicia este miércoles a Jujuy en un programa que tiene el objetivo entrenar financieramente a mujeres de países en desarrollo.
La comitiva estadounidense llegará a la provincia de Jujuy y allí Faurie comenzará a trabajar con ellos. No se trata sólo de atender a la hija presidencial, trajín que en el que están metido Gerardo Morales y su mujer Tulia Snopek, sino especialmente al número dos del Departamento de Estado, John J. Sullivan que viene junto a Ivanka. En él reside el trabajo del Canciller.
Por otra parte, quien llegará a Buenos Aires será uno de los hombres más poderosos de China: el ministro de Defensa, Wei Fenghe. Se trata del tercer funcionario comunista en importancia después de Xi Jinping y busca estrechar la cooperación militar con la Argentina.
El líder del Pro recibirá a Wei junto al ministro de Defensa, Oscar Aguad, que busca oferentes para participar en una futura licitación internacional destinada a la adquisición de un buque polar antártico. También pasarán revista de los eventuales ejercicios militares conjuntos, la cooperación en misiones de paz y la entrega de China de un hospital itinerante de última generación que hoy se dará a conocer.
No está previsto que se aborde la situación institucional de la estación espacial china en Neuquén, un emprendimiento aprobado por Cristina Fernández de Kirchner que está instalado en 200 hectáreas y es manejado por la agencia estatal Launch and Tracking Control General (CLTC) que depende dek Ejército Popular de China. Esto irrita sin disimulo a la Casa Blanca que ya deslizó sus quejas por el eventual uso militar de esa estación espacial. Macri resiste las presiones y no hará nada para cambiar el status quo diplomático de la base espacial que ya forma parte de la geografía neuquina.