El expresidente Mauricio Macri, insiste en que no quiere integrar al Pro en una coalición con La Libertad Avanza (LLA) para hacer un cogobierno. Por eso está enfurecido con la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, por haber aceptado ser la ministra de Seguridad del próximo gobierno de Javier Milei.
Su “pecado” imperdonable fue haberse “cortado sola” en una negociación directa con Milei, sin aceptar la estrategia elegida por Macri, partidario de un acuerdo político integral para garantizarle gobernabilidad el presidente libertario.
Bullrich se enfrentó a Macri como no se animó a hacerlo Larreta. Primero le envió un mensaje demoledor a la periodista Viviana Canosa mientras conducía su programa en LN+: “Yo no me someto a MM”. Y una vez que fue confirmada como futura ministra de Seguridad, avanzó otro casillero en su distanciamiento: anunció que a principios de 2024 dejará la presidencia del Pro y convocará a elecciones internas para renovar las autoridades partidarias.
Macri respondió con un mensaje en las redes sociales en el que celebró la designación de Bullrich en Seguridad y de Luis Caputo en Economía, pero al desearles éxito en la gestión resaltó que asumirán un “compromiso personal”, es decir, no del espacio que comparten hoy sólo en el plano de las formalidades legales.
El expresidente, de paso, dejó en claro que el exsecretario de Finanzas y titular del Banco Central de su gobierno tampoco llegará al equipo mileísta por una sugerencia de él. Es más, en privado, hace hincapié en los “enormes desafíos que tendrá por delante” porque se trata de un experto financiero y no en macroeconomía, casi como si pusiera en duda su capacidad para sostener el plan de Milei.
Macri sigue insistiendo en que a Milei no le pidió cargos importantes en el gobierno. Sí imaginaba que iba a poder sugerir nombres para las segundas y terceras líneas de funcionarios. Para el expresidente, el primer gabinete de Milei estará sujeto a fuertes presiones y problemas que lo desgastará rápidamente. Aun así, habló hace tiempo con el líder de La Libertad Avanza (LLA) que la forma de asegurarle viabilidad a su gestión era que le diera la presidencia de la Cámara de Diputados a una figura del Pro como Cristian Ritondo.
En las filas de “los halcones” descontaban que los 50 diputados del Pro, más los 38 de La Libertad Avanza (LLA), podían ser un punto de partida para tejer alianzas parlamentarias que le dieran a Milei la aprobación de las leyes que necesita. El problema fue que el ala política de los libertarios, encarnada en Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, planteó que la presidencia de Diputados debía recaer en Florencio Randazzo, compañero de fórmula de Juan Schiaretti, para sondear acuerdos con el peronismo no kirchnerista en el Congreso, con la certeza de que ya contaba con el apoyo del Pro.
Finalmente, Milei eligió al libertario Martín Menem para presidir Diputados y abrió un abanico de interrogantes sobre el futuro del “pacto de Acassuso”. La primera consecuencia en el Congreso del corrimiento de Macri de las negociaciones con Milei fue la definición de Ritondo de que el Pro sostendrá su bancada en Diputados sin conformar un interbloque con La Libertad Avanza (LLA). “
Macri responsabiliza a Francos y Guillermo Ferraro, el designado ministro de Infraestructura, por haber sido quienes le aconsejaron a Milei tomar distancia de él y tratar de pactar con el peronismo.
En ese contexto, Macri no se quedará de brazos cruzados y dará pelea por la presidencia del Pro, una vez que Bullrich cumpla su mandato. La primera movida en este tablero la hizo el sábado Federico Angelini, el macrista-bullrichista que se desempeña como vicepresidente del partido y ocupa una banca de diputado nacional por Santa Fe. “Patricia dijo que no iba a ser y, como gustar, me gustaría que sea Mauricio el próximo presidente del Pro -dijo-, pero es una decisión personal, no sé qué es lo que va a hacer”.
Con un Macri lanzado a la jefatura del Pro, además, se disiparía la posibilidad de elecciones internas: ¿quién se animaría a competir contra el fundador del partido? Larreta no descartaba hacerlo con un candidato propio, aun con la expectativa de perder, porque quiere debatir la necesidad de que el Pro mantenga autonomía del gobierno de Milei. Sin embargo, ahora es Bullrich la que irá a un cogobierno con los libertarios y Macri, movido por su desilusión, buscaría brindar un apoyo a Milei con la suficiente independencia como para criticar desviaciones del rumbo de cambio. Por esas extrañas volteretas de la política, quizá Macri y Larreta terminen juntos y enfrentados a Bullrich.