El ex presidente de Boca Juniors y actual jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, afirmó que “fue todo muy triste” lo ocurrido en el último Superclásico en La Bombonera.
“Sentí dolor, tristeza, impotencia. Trabajé muchos años como dirigente deportivo para lograr que nuestro club tenga una imagen internacional, de respeto, de reconocimiento, para que el fútbol argentino evolucione. Y por todo lo que se vivió a partir de este acto violento, esperemos que la Justicia informe, en tiempo y forma, qué es lo que pasó”, sostuvo Macri.
Asimismo, confesó que sintió cierto “alivio” al escuchar los dichos posteriores tanto del actual presidente de Boca, Daniel Angelici, como los del entrenador del equipo, Rodolfo Arruabarrena, ya que expresaron a su entender “humildad y sensatez”.
No obstante, admitió que “nadie se salva de todo lo que se vivió durante esas tres horas”.
Durante ese período del Superclásico al que hizo referencia Macri, el desquite correspondiente al partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores de América fue suspendido porque al plantel de River Plate le arrojaron un producto químico cuando se hallaba en la manga para regresar al campo de juego con la finalidad de afrontar el segundo tiempo.
Fueron cuatro los futbolistas visitantes que resultaron más afectados, pero la decisión de suspender el cotejo se dilató demasido. Sin embargo, cuando los jugadores Millonarios finalmente dejaron el terreno todavía se fueron insultados y como destinatarios de proyectiles.
El líder del PRO sentenció que los hechos de violencia se relacionan “con algo que está pasando con los valores de la Argentina”.
“Estoy cada vez más convencido de que necesitamos un cambio. Lo que se vivió no es el camino que tiene que seguir nuestro país”, concluyó Macri, en una nota para el diario La Voz del Interior.