El jueves por la tarde, mientras Cristina Fernández de Kirchner daba su discurso en la Plaza de Mayo, el expresidente Mauricio Macri y la precandidata presidencial del Pro, Patricia Bullrich se encontraron a solas, en Acassuso, San Isidro.
Macri y Bullrich mensajean y se llaman semanalmente. Y cada tanto, cuando lo consideran necesario, se reúnen. Los encuentros los coordinan entre ellos mismo, aunque a veces intervienen sus asesores más íntimos para articular agendas.
En el cónclave del jueves, Bullrich repasó ante Macri los detalles de su armado electoral, el trabajo de sus equipos técnicos. Hablaron de política, economía. Hicieron algunos comentarios sobre el discurso de CFK, cuyo contenido mantuvieron en reserva.
En el bullrichismo consideran que entre Macri y la exministra de Defensa “hay una coordinación enorme”. Si bien tributan el respaldo del exmandatario, aclaran eso no implica una “intromisión” en la táctica bullrichista y que se trata de “coordinación sin subordinación”. Es un modo de poner un límite. Bullrich quiere que el acercamiento con el fundador del Pro “no la desperfile” y ni le quite “autonomía”.
Macri está muy atento a la estrategia política de Juntos por el Cambio (JxC). Y se lo hizo saber a Bullrich durante la larga charla que mantuvieron. El expresidente está preocupado por el avance vertiginoso de Milei en las encuestas y evalúa que es clave que la coalición debe armar las listas legislativas con dirigentes “muy identificados” con la idea de cambio y reformas que él pregona.
La presidenta del Pro en uso de licencia planea definir a su compañero de fórmula a mediados de mayo: según dejó trascender, será tras la Convención de la Unión Cívica Radical. Si bien tiene sus preferencias, apuesta a que los correligionarios le propongan una terna de posibles dirigentes para integrar una fórmula mixta.
Macri aún no dio indicios sobre si apoyará públicamente a Bullrich o a Larreta de cara a las PASO del 13 de agosto.