El ex legislador provincial, Miguel Serralta, confirmó que será candidato a intendente de Maipú por Unidad Ciudadana, aunque fuentes del propio kirchnerismo confirmaron que se trata de una maniobra impulsada por el propio Alfredo Cornejo.
Serralta se convierte así en una especie de “caballo de troya” de Cambiemos, que busca dañar la muy buena imagen del gobierno de Bermejo en el departamento.
Por el lado del macrismo, tanto Rody Suárez como Omar de Marchi, los precandidatos del sector, llevan postulantes municipales con muy pocas chances de poder llegar a la intendencia en septiembre.
Suárez lleva a Majul, Subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, un dirigente al que Cambiemos no logra hacer crecer. Por el contrario, la gran cantidad de hechos de inseguridad que se registran en el departamento son su responsabilidad, y afectan fuertemente su campaña.
De Marchi, en tanto, lleva al médico Sergio Dragoni, que muestra mejores números que Majul, aunque que tras su acuerdo con el candidato PRO tiene la carga de ser el candidato de Mauricio Macri en Maipú, con la pésima imagen que tienen el presidente y su gestión en la comuna.
Serralta, el caballo de troya de Cornejo
En ese escenario, Serralta logró colarse en el medio del kichnerismo, siendo el candidato de Unidad Ciudadana, aunque se trata de un postulante que responde más bien a los intereses de Cornejo.
Es que la estrategia es buscar que el peronismo divida sus votos, de modo que los candidatos de Cambiemos no queden tan lejos de Matías Stevanato, el candidato de Bermejo, consolidado y con una amplia ventaja en las encuestas.
“Al final, nos terminó armando las listas Cornejo. Serralta, Jaque, Amtutz, Abraham, Parisi, Tanús son candidatos viejos, que no tienen nada que ver con Anabel. Encima con Serralta bloqueamos el avance de jóvenes que pueden tener oportunidades en el futuro”, se lamentaron en el kirchnerismo maipucino.
Es que hoy los militantes se sienten mucho más cerca de la juventud de Stevanato que de un Serralta que resulta, para los jóvenes K maipucinos, un señor de edad cuyas ideas nada tienen que ver con la renovación del peronismo que milita Fernández Sagasti.
“Tiene ideas anticuadas, es recontra de derecha, no entiende nada de tecnología y trabaja para gente muy oscura y cuestionada. Tiene todos los atributos que nosotros tratamos de combatir en el viejo PJ”, dijo uno de los muchos K heridos por el cierre de lista maipucino.
Sobre su vínculo con Cambiemos, se sabe que Serralta fue íntimo aliado en la Legislatura durante la gestión de Cobos, muy vinculado a Cornejo cuando se sancionaron varios proyectos escandalosos, como la compra de colectivos para la empresa estatal por 30 millones de dólares, o en aquellas denuncias por el mal manejo de los fondos reservados del Ministerio de Seguridad.
Más de una década después de aquella alianza, Serralta le funciona a Cornejo como caballo de Troya en muchos aspectos: hará una interna dañina, con muchos golpes bajos y campaña sucia contra Bermejo, dañará la imagen de juventud de Anabel Fernández Sagasti, y dividirá los votos peronistas, con lo que Cambiemos busca resucitar las pocas chances de Majul y Dragoni.
El vínculo se hace explícito en la campaña en la que ya se vio a Serralta reunido con Majul para ultimar detalles, utilizando el Ministerio de Desarrollo para repartir colchones, membrana y mercadería en barrios populares, e incitando a armar usurpaciones y tomas de terrenos privados para generar caos.