La venta clandestina en la vía pública y en ferias irregulares ascendió a $10.015 millones en noviembre y cerrará el año en $120.177 millones. El dato surge de una muestra de 500 ciudades del territorio nacional. Allí se encontraron 99 localidades con formatos comerciales tipo “saladitas” y manteros en el 75% de las zonas recorridas. Sólo de IVA el Estado habrá perdido de recaudar $25.235 millones este año.
La venta ilegal en el país alcanzó los $10.015 millones en noviembre y cerrará el 2018 en $120.177 millones. Según un relevamiento realizado por CAME en 500 ciudades del país, se detectaron 490 saladitas con 45.653 puestos ilegales y 79.259 manteros en la vía pública.
En noviembre hubo menos de estas ferias informales que un año atrás, básicamente porque muchas se fueron regularizando a través del trabajo conjunto entre cámaras empresariales y municipios. Pero creció enormemente la modalidad manteros. Efectivamente, según el relevamiento:
La cantidad de puestos en saladitas se redujo 17,1% frente a la medición de un año atrás, en parte porque hubo menos de esos predios y también porque en los que siguen abiertos se detectaron más lugares vacíos.
En cambio creció 112,8% la cantidad de manteros en las 500 ciudades relevadas, desde 37.239 a 79.259.
Se detectaron en total 490 saladitas con 45.653 puestos, 9.438 menos que un año atrás.
En estas ferias las ventas en noviembre ascendieron a $5.259 millones y en la modalidad manteros, donde los promedios diarios de ventas suelen ser inferiores, a $4.756 millones.
En todo el año en las 500 ciudades sondeadas se estarían vendiendo ilegalmente productos por $120.177 millones, con pérdidas para el Estado, solo en IVA, de $25.235 millones.
En la cantidad de vendedores relevados, no se computa el hecho de que muchos puestos son compartidos por dos o tres personas, en turnos. Especialmente en las grandes ferias, que son las que más público tienen.
En noviembre 2018 se encontraron 130 saladitas menos que en la medición de noviembre del año pasado. Esa caída se debe a varios fenómenos. Uno de ellos es la suba de los alquileres de esos predios, que encareció los puestos. Así, frente a los bajos niveles de ventas y subas de alquileres, muchos puesteros se trasladaron a vender a las calles, vaciando esos centros y obligando a su cierre. También, incidió que tanto el Estado Nacional como las provincias, municipios y cámaras empresariales, vienen trabajando en la regularización de muchos predios, donde se fueron formalizando las condiciones de venta. Los vendedores que no se legalizaron, pasaron a la modalidad manteros o se trasladaron a otros mercados más precarios y con menos controles.
La venta por redes sociales y otras modalidades
En el último año tomó más fuerza la venta a través de redes sociales, especialmente Facebook e Instagram, y grupos de WhatsApp. Todas las localidades relevadas mostraron preocupación por ese tema.
Ferias americanas en casas particulares, venta ambulante o en oficinas, operaciones a través de redes como Facebook o Instagram, o mediante grupos de Whatsapp son algunas de las modalidades de venta ilegal que vienen creciendo aceleradamente. Se suman a ellos la llegada de camiones cargados con mercaderías o alimentos que se promocionan mediante redes, y se asientan en lugares a determinar de la ciudad.
Al tradicional vendedor ambulante, que fue posiblemente una de las primeras formas de venta irregular callejera, se suman en forma creciente los vendedores que aprovechan estas vías de comunicación para concretar ventas en negro.
Ya no se trata sólo de la venta ambulante, casa por casa o en oficinas, sino de vendedores que van armando su cartera de clientes a través de las redes. Lo hacen en general con mercadería que compran en: saladas, saladitas, o que traen de contrabando desde Chile, Paraguay, Bolivia, China o Estados Unidos. Lo mismo sucede con las ferias garaje, las tradicionales ferias americanas, o la venta de ropa usada que se convirtió también en una modalidad frecuente.