Juan Carlos Maqueda dejó la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 29 de diciembre pasado, cuando cumplió 75 años, y hoy afirma que en ese tribunal hay “un alto nivel de enfrentamiento interno”, con “operaciones”, incluso de los magistrados “entre sí”.
En una entrevista con la Voz del Interior, Maqueda dijo: “Lo que es muy malo son las operaciones que se hacen para descalificar a los miembros de la Corte, o para descalificarse entre sí. Yo nunca he participado de eso ni voy a participar. Si hoy es público que hay un nivel de enfrentamiento, donde estábamos tres por un lado y uno por el otro. Espero que ahora, que son tres, haya capacidad de diálogo para superarlo. Ahí no hay una diferencia política ni hay diferencias jurídicas muy grandes; ahí hay, a lo mejor, ambiciones de poder que hay que deponer”.
En cuanto al gobierno de Javier Milei, afirmó: “En este año, el gobierno de Milei ha hecho algunas cosas buenas y algunas que no me gustan. Lo bueno está a la vista de todos: agarró un país muy complicado económicamente y consiguió bajar la inflación. Estoy de acuerdo con el déficit cero, con la baja del gasto público, aunque no estoy de acuerdo con la forma, porque se hizo sobre las espaldas de quienes menos tienen”
“Y tiene otros logros también que, generalmente no se resaltan, pero que son muy importantes. Por ejemplo, haber terminado con las intermediaciones de la pobreza”, agregó. Dijo, no obstante, que la comunicación del Gobierno “es muy autoritaria” y reiteró que le preocupa el abuso de los decretos de necesidad y urgencia.
“El lenguaje en la democracia tiene mucho que ver. Toda violencia es enemiga de la democracia. Cuando uno tiene una posición determinada, como la del presidente de la Nación, tiene que tener un lenguaje propio que tenga que ver con la envergadura del cargo”, sostuvo Maqueda.
Con respecto a un posible nombramiento por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla sostuvo que no sería inconstitucional ya que la Constitución Nacional lo prevé para los períodos en los que no sesiona el Poder Legislativo. “La lectura política, que no es sobre este Presidente ni sobre ningún otro, deviene de la función misma de un ministro de la Corte. Para mí, pierde independencia al aplicársele este artículo de la Constitución, porque el juez sabe, desde el momento que es designado, que va a tener que pasar por el Senado. Y que si no tiene los dos tercios, puede ser removido. Una persona que está en la Corte por un determinado tiempo en esa circunstancia es sumamente presionable. Esté quién esté. Y no habla bien de la independencia del Poder Judicial”, alegó Maqueda.
También se refirió a la demora en la resolución de las causas de corrupción en el país y explicó que se deben a que “se recurren todas las causas penales hasta la última instancia” a pesar que la justicia federal penal y la nacional penal tienen una Cámara de Casación diferente como tercera instancia.
“Como es gratis el procedimiento, todo va a la Corte. Y los procedimientos, cuando son muy complejos, demoran mucho. El procedimiento nuestro tiene un sistema recursivo, que es el recurso extraordinario en el caso de la Corte, o el de queja, que es usado habitualmente por todos. Y en los temas de corrupción demora mucho tiempo en cada una de las etapas. Entonces cuando llegan a la Corte, lo hacen con muchos años. Los casos que nos han llegado de [Cristina] Kirchner y de su gobierno han tenido un tratamiento mucho más rápido que lo que vemos que vienen, por ejemplo, de la década del 90″, dijo Maqueda.
Consultado sobre Cristina Fernández de Kirchner y el mensaje con el que lo despidió (en el que dijo que el “cortesano” debió dejar la Corte porque no consiguió “pese a haberlo intentado” que el Gobierno lo propusiera para quedarse en el cargo cinco años más), Maqueda dijo: “No esperaba esa hostilidad. Pero entiendo que ella, más allá que haya sido compañera mía como convencional constituyente, como diputada nacional, como senadora nacional, en este momento tiene causas que han llegado a la Corte, y que a lo mejor no esperaba ese resultado. Uno lo entiende a eso. Además, soy una persona respetuosa de la libertad de expresión en todos los ámbitos. Ella piensa eso y hay que aceptarlo así, de esa manera”.
Ante la pregunta de si, como peronista, se sintió representado por los gobiernos de los Kirchner, respondió: “No, no me sentí representado. Yo me sentí representado por los gobernadores del peronismo de Córdoba, como fueron José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. Pero no me sentí representado a nivel nacional con los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner”.