El temporal de principios de mes, que afectó a la Ciudad de Buenos Aires dejándole un saldo de ocho víctimas fatales, parte del Conurbano y la Ciudad de La Plata, no parece haber provocado solo numerosos fallecimientos y cuantiosas pérdidas materiales: las consecuencias de las inundaciones son también –¿o sobre todo?– políticas. Y, en ese sentido, el desastre sigue dando tela para cortar.
Por caso, la polémica interminable en torno al número de fallecidos en la capital provincial pasó de 51 a 54, mientras son varios los que se animan a afirmar que los muertos serían por lo menos el doble de la cifra oficial. En tanto, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, hoy declaró que el número de víctimas fatales “según la Justicia, es de 54”, aunque la lista oficial que difundió el juez que atiende en la causa, Guillermo Atencio, indica 52.
Así, la cifra de fallecidos que mencionó el vicegobernador se acerca a la que dio ayer el juez Luis Arias, que impulsa una investigación paralela, asegurando que se trata, en realidad, de 55 muertos. “De acuerdo con la Justicia, los muertos son 54”, sostuvo Mariotto. E inmediatamente agregó: “Igual, un muerto más o un muerto menos no modifica nada porque la responsabilidad es la misma”. Los dichos de Mariotto ya generan revuelo en las redes sociales, en especial en Twitter, en donde están aprovechando para recordar que no se conoció el paradero del segundo de Scioli apenas producida la catástrofe en la ciudad de las diagonales, sino días más tarde.
En diálogo con Radio 10, Mariotto aseveró que “desde el Estado” hubo “liviandad en el respeto de las normas” y también que espera que “la tragedia sirva para cambiar la gestión y la planificación desde el mismo Estado”. “En todos estos años, el que planificó las ciudades fue el mercado y no el Estado. Hoy lo que nos explota en la mano es una tragedia que nos llena de dolor y nos tiene que llenar de responsabilidad”, opinó.