Martín Ocampo: “Me gustaría ganar en la Ciudad con Lousteau”

Martín Ocampo: “Me gustaría ganar en la Ciudad con Lousteau”

Martín Ocampo, legislador de la UCR Evolución y ex Ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad, habló con NU.


Ante la crisis económica, el gobierno nacional apuntó contra el sector rural, como también contra la venta de divisas en cuevas. ¿Cuál es su diagnóstico?

Esto es doblemente preocupante. Primero, porque es un mal diagnóstico de cuáles son los problemas económicos. Eso hace que las soluciones que se buscan no sean las adecuadas. Y si ellos creen que el problema es el campo o las personas que van a comprar dólares como una forma de atajarse de la inflación, tenemos un error de diagnóstico grave. El segundo problema es el de la interpretación que tienen de la realidad. No sólo es desacertada, sino a contramano de lo que viene haciendo el resto del mundo. Eso es preocupante en términos estratégicos, ya que aleja a la Argentina de las mejores prácticas mundiales. Y en definitiva, nos aleja del mundo. Nos vamos cerrando cada vez más. Y los modelos que eligen hacen que nos terminemos pareciendo más a Venezuela o a Irán y no a los países más prósperos.

Este fin de semana está planificada una marcha hacia La Rural. ¿Cómo piensa responder la oposición?

Yo pienso, particularmente, que la mejor demostración que puede tener un espacio político cuando le interesa un sector dinámico de la economía, es hacer propuestas para que ese sector se desarrolle y esto beneficie a toda la sociedad. Tenemos que trabajar en propuestas políticas. Más, teniendo en cuenta que el año que viene son las elecciones y la gente va a tener la posibilidad de cambiar de gobierno. Es la oportunidad de pararnos en un lugar distinto y, a través de nuevas políticas, impulsar un sector tan importante para la economía como es el campo y así fomentar el desarrollo del país.

Recientemente, se aprobó en la Legislatura porteña la modificación del Presupuesto 2022. ¿Qué impulsó esta medida?

El gran problema que tiene la Argentina es la inflación. Y eso es un problema para el desarrollo de políticas públicas. En ese sentido, el presupuesto es la gran política pública que define el resto. El gobierno subestimó la tasa de inflación. Además, las previsiones económicas basadas en la mirada del gobierno fueron tiradas por tierra. Entonces, se tuvo que rehacer cada uno de los presupuestos. En la Ciudad, a diferencia de lo que pasa en Nación donde el Jefe de Gabinete con una orden puede modificar el presupuesto, está prohibido que el Poder Ejecutivo cambie el presupuesto. En ese sentido, cada modificación presupuestaria requiere de una aprobación legislativa. Todas esas decisiones que, normalmente en el resto de las provincias las toman los gobernadores, en la Ciudad tienen que pasar por la Legislatura. Eso hace que nosotros tengamos que debatir cada año una ampliación presupuestaria. Si la Argentina no tuviese inflación, esto no pasaría. Decidirías una vez al año el presupuesto y ya está. Pero lamentablemente, no es el caso.

¿Por qué cree que hubo legisladores que se opusieron?

Yo creo que, en definitiva, se oponen como una forma de diferenciarse del oficialismo porteño. Y se equivocan en hacerlo. Cuando las políticas son acertadas para la gente, tienen que tomar posición política. Por ejemplo, si nosotros no hubiéramos tenido los votos suficientes para aprobar esta modificación presupuestaria, no se hubieran pagado los aumentos salariales. Todas las paritarias del sector público, entre las que se encuentran la de los maestros y enfermeros, están atadas al presupuesto. Sin esta modificación, estas personas estarían ahora con el mismo sueldo de enero. Y esto fue posible gracias al apoyo del oficialismo. Muchas veces la oposición intenta representar a los trabajadores, especialmente, los de la Izquierda. Esto genera una contradicción. Cuando hay que defender a los trabajadores en acciones concretas como es en este caso, no votan porque lo propone el oficialismo. Eso muestra que no hay un compromiso tan grande con los representados, en este caso, los trabajadores.

Según encuestas, Juntos por el Cambio está muy bien posicionado para las elecciones del año que viene. ¿Qué rol van a tener los radicales?

Obviamente, comparto ese diagnóstico de las encuestas. Lamentablemente, el gobierno parece no ser avalado por la gente. Pero no es por casualidad. Es porque las políticas son desacertadas. No han podido resolver los problemas de la Argentina. Los han agravado. En términos del partido, yo creo que va a participar con un montón de dirigentes tanto en las provincias en donde haya las PASO, como a nivel nación. Las PASO expropian la decisión de las candidaturas. Antes, lo que los partidos hacían en las internas era definir quiénes eran los candidatos. Ahora, estas internas las organiza el Estado y, en ese marco, es donde se definen. Ahí, puede presentarse cualquier afiliado. Nosotros aspiramos a que el partido tenga varias representaciones. Y después, obviamente, que la gente elija. Yo creo que tenemos que preocuparnos más por las políticas que vamos a desarrollar en el gobierno que en las elecciones.

¿Y cuál va a ser su rol a partir del 2023?

Yo aspiro a ser parte de un gobierno nacional y de la Ciudad del mismo color político. Y voy a acompañar desde el lugar que me toque. No pretendo ir a un lugar en específico. Es cierto que mi vida política ha pasado por áreas de las que tengo más conocimiento como es Seguridad, Justicia y Telecomunicaciones. Pero voy a acompañar desde el lugar que sea. Si tengo que pensar en un candidato para la Ciudad, me gustaría que sea Martín Lousteau. Y si llega a ser así, aspiro a poder acompañarlo en la gestión.

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