Qué opinan los vecinos de la Ciudad sobre la justicia y cuánto confían los porteños en ella; qué visión tienen de los jueces, fiscales y defensores públicos y cuál es su sensación sobre la independencia judicial son algunas de las preguntas que más de 2 millones de porteños respondieron en el marco de la Encuesta sobre Percepción de Acceso a la Justicia realizada por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad.
Casi dos millones y medio de porteños, 2415981 personas, participaron de la encuesta orientada a conocer la opinión de los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre el sistema judicial. Entre las preguntas realizadas, un grupo de ellas apuntó a la honestidad de los magistrados.
Según los datos recabados por la Oficina de Estadísticas del Poder Judicial de la CABA, el 71 por ciento de los entrevistados respondieron -sin diferenciar fuero ni jurisdicción- que sólo algunos de los jueces son honestos, 4.6 consideraron que ningún juez lo era, 21 por ciento opinó que la mayoría , y el 2.5 dijo que todos los jueces eran ejemplo de honestidad. Un poco más alta es la percepción de honorabilidad entre fiscales y defensores públicos, y entre estos, los porteños perciben más honestos a los defensores (25.8 por ciento respondió que la mayoría de los defensores eran honestos y el 4.9 opinó que todos lo eran, mientras que el 22 por ciento dijo que la mayoría de los fiscales eran referentes de decencia y el 2.6 consideró que lo eran todos los fiscales). A la hora de responder sobre la honestidad de los abogados particulares, el 74 por ciento de los entrevistados opinaron que sólo algunos de los profesionales del derecho eran honestos, 15.4 consideró que la mayoría lo eran, 7.1 dijo que ninguno, y 2.7 respondió que todos.
Entre otros datos que expuso el trabajo estadístico realizado por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad destaca que poco más de dos millones de porteños consideran que sólo algunas veces prevalece la verdad al resolverse una causa (7 por ciento opinó que siempre triunfa la verdad y el 6.2 dijo que nunca).
También quedaron de manifiesto las dudas de la ciudadanía sobre la independencia judicial. Menos de 100 mil porteños respondieron que todos los jueces toman sus decisiones de manera independiente, más de 200 mil consideraron que ningún juez era independiente, 564 mil opinó que la mayoría sí actuaba con independencia, y más de un millón y medio dijo que sólo algunos. Poco variaron los porcentajes ante la consulta sobre independencia en las decisiones de fiscales y defensores.
De acuerdo a la información recopilada por el sondeo, para el 46.6 por ciento de los porteños la independencia judicial se coartada por la influencia del gobierno. Los grupos empresarios también son percibidos por el 10 por ciento de los entrevistados como interferencias a la independencia de los magistrados, el 5,2 por ciento consideró que los partidos políticos influyen en las decisiones judiciales, el 5.1 opinó que el periodismo ejerce poder en las resoluciones de los jueces, y un 1,3 vio a la iglesia como una institución de influencia.
La mujer vendada como parámetro de una justicia justa que trata a todos por igual es, en opinión de los porteños, sólo una imagen en mármol. El 66 por ciento de los encuestados, más de un millón y medio de vecinos de la Ciudad, consideró que sólo algunos jueces tratan a las personas por igual (el 19 por ciento respondió que la mayoría, el 11 que ninguno y sólo el 3.5 dijo que todos los jueces trataban sin distinción a quienes recurren a la justicia). Ante la pregunta ¿qué es lo que hace que jueces, fiscales y defensores traten de manera diferente a las personas?, que las personas tengan dinero fue la respuesta del 49.7 por ciento, que tengan contactos se ubicó en segundo lugar con el 35.3 por ciento y que tengan un buen abogado fue la respuesta del 9 por ciento.
Más allá de las dudas sobre la honestidad, el trato desigual y la independencia judicial, una amplia mayoría de los porteños ven en la Justicia un lugar al qué recurrir si de derechos vulnerados se trata.
Una de las preguntas realizadas para indagar sobre la “Confianza en el Sistema de Administración de Justicia” apuntó a si es necesario o no que intervenga la justicia cuando no se garantizan derechos básicos como vivienda, salud o educación. Ante esta pregunta, únicamente el 4.2 por ciento de los entrevistados respondió que nunca debería intervenir la justicia, mientras que el 58 por ciento consideró que siempre debería existir intervención judicial para garantizar el cumplimiento de derechos y el 38 por ciento dijo que la justicia debería intervenir algunas veces.
Finalmente, la encuesta expuso que si bien la mayoría de los porteños duda sobre la honestidad de los abogados particulares, el 60 por ciento elegiría a un matriculado particular para que lo represente en un conflicto judicial, y el 11.4 preferiría un defensor público.