Escobar, Junín, Chacabuco, Campana, Azul, San Martín, San Isidro, algunos de los municipios en los que el massismo salió a promocionar su campaña de recolección de firmas y “concientización” sobre el anteproyecto de reforma del Código Penal, tema con el que el precandidato a presidente salió con los tapones de punta el pasado 1 de Marzo.
Sea en el conurbano bonaerense o en los pueblos del interior, de la mano de intendentes, concejales o diputados y senadores provinciales, el Frente Renovador no quiere que el tema salga de la agenda política y mediática e insiste todos los días comunicando a un nuevo dirigente que en su distrito busca imponer el tema.
El senador bonaerense Patricio Hogan, por ejemplo, viajó a su zona de influencia, General Alvarado, para la recolección de lo que, según difundieron, ya son 1.300 firmas de los vecinos. Su colega Sebastián Galmarini hizo lo propio el fin de semana pasado en Boulogne, mientras que los senadores Jorge D’Onofrio, Malena Baro y Roberto Costa recorrieron la Cuarta Sección (el terruño de Julián Domínguez y Florencio Randazzo) con el mismo objetivo.
Incluso, figuras del FR que no tienen poder de fuego territorial, como el diputado Adrián Pérez, se sumaron a la estrategia. El ex “lilito” viajó a la ciudad de Azul y recorrió las calles junto al concejal massista Pablo Yannibelli para poner en marcha la campaña en la Séptima Sección.
“Hasta que no retiren el proyecto, no vamos a parar”, dijo a Noticias Urbanas un diputado bonaerense muy cercano a Massa. Además, considera que “no es para nada exagerada” la embestida massista. “El proyecto es una locura y ahora le quieren restar importancia pero la tuvo, no es un mero borrador. Vamos a ir por las 5 millones de firmas”, aseguró.
Mientras tanto, la diputada nacional por la Provincia, Graciela Camaño, es el ariete mediático que Massa eligió para contra-argumentar el anteproyecto desde una perspectiva más técnica. La esposa de Luis Barrionuevo salió al cruce del juez Eugenio Zaffaroni, que criticó a Massa por su postura, y disparó: “A Zaffaroni le puede dar lo mismo que salgan unos presos mas o unos menos, porque vive con custodia que pagamos todos los argentinos”.