“El objetivo es llegar al mes de abril con una inflación que tenga al 3 por delante”, lanzó el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa. Fue durante una extensa entrevista con radio Futurock. Allí, Massa dijo que cuando asumió la conducción del Palacio de Hacienda “el objetivo fue bajar cada 60 o 65 días un punto la inflación”.
“Estoy seguro que vamos a ir bajando la inflación, porque cuando te proponés acumular reservas, ordenas las cuentas, cuando en paralelo hacés un buen uso de los instrumentos económicos para lograr mejores ofertas de los sectores productivos hacia el consumidor, cuando alineas la tasa, el objetivo lo lográs”, señaló.
Tras la ampliación del swap con China, el ministro de Economía remarcó que implicancias tendrá en las reservas del Banco Central: “Argentina tiene un swap con China por u$s18.000 millones. Lo que representan los swap es fortalecimiento o respaldo en las reservas. Lo que se acordó es que u$s5000 de esos u$s18.000 sean de libre disponibilidad. Funcionan cómo instrumentos de operación cotidiana del Banco Central para trabajar en el MULC. La aplicación de la libre disponibilidad nos permite tener el doble de capacidad de reservas de lo que teníamos”.
“La búsqueda del equilibrio fiscal, de la acumulación de reservas, de la competitividad cambiaria no son una imposición del Fondo, son una convicción de la enorme mayoría del FdT porque los mejores resultados se consiguieron cuando tuvimos superávit comercial, fiscal y reservas”, dijo.
Sobre la posibilidad de implementar un plan de estabilización, planteó: “más importante que hacer shocks que lastiman a la sociedad, es recorrer un camino que consolide los objetivos que te planteaste. tener orden fiscal not iene que ser una cosa de un shock de un mes, sino algo que sea parte de tu conducta como administrador. Cuando tuviste shocks, terminan como terminó ese gobierno – en relación al 2001-” .
“Los shocks sirven en los powerpoint pero a la hora de ver la realidad, los programas necesitan que estén a la gente adentro, generan daños que a veces son irreparables”, agregó.
El ministro descartó de lleno la posibilidad de implementar una devaluación brusca: “Hay que contarle a la gente que hacerle perder valor a nuestra moneda es empujar a mayor cantidad de gente a la pobreza en Argentina, es destruir un momento donde la capacidad instalada está funcionando a un alto nivel, con volumen de producción alto, que resta competitividad exportadora” y aseveró: “Tenés que contar los pro y contra de cada cosa”.
Massa también habló sobre las charlas con el Fondo Monetario en el marco del G20, y el reclamo por los costos que deja la guerra entre Rusia y Ucrania. “Se empezó a plantear el impacto de la guerra en el hemisferio norte. El sur ya pagó la guerra, el precio de los fertilizantes y granos están reflejados en las cuentas de los países desde el año pasado. En Argentina le representaron entre 3600 y 5200 millones de dólares”, sostuvo el ministro.
Massa planteó que se debe discutir quien absorbe el impacto de la guerra. “Habrá que discutir con el Fondo que significa absorber esa responsabilidad. MI intención es que el FMI asuma su responsabilidad como prestamista de ultima instancia para el desarrollo de los países en el marco de un programa”, lanzó.
En otro pasaje de la charla le respondió a Martín Guzmán, que había cuestionado el apoyo que recibió por parte de Cristina Fernández de Kirchner en sus últimas semanas en Economía. Massa fue muy crítico del economista.
“Me parece que su salida se generó por la imposibilidad de seguir llevando adelante una serie de medidas económicas. Fue dañino en términos políticos para Argentina. Es un momento para que todos los miembros del Frente de Todos seamos responsables y cumplamos el rol de mejor manera”, señaló.
Y luego agregó: “Si el gobierno tuvo que levantar 12.4 de déficit, lo mejor es mantenerte en silencio y colaborar de la mejor manera. No meterse en las discusión políticas”, fulminó Massa.
El tigrense sostuvo que Guzmán “no tuvo un flujo claro” de información respecto a los detalles del acuerdo con el Fondo, lo que dificultó saber si era el mejor acuerdo posible. “No hubo flujo de información, no hubo explicación que se haya recibido y permita analizar si fue el mejor acuerdo de Argentina. Fue un manejo discrecional, donde de un día para el otro se lanzó solo”, dijo Massa.
“Cuando llega el acuerdo, (Guzmán) decía que si no aprobábamos así como estaba, no se podía hacer. Tuve un Zoom con gente del FMI y me dijeron que no era así, mientras el Congreso apruebe estaba bien, aunque cambie algo del texto”, dijo.