Las reuniones del massismo tienen casi siempre un trasfondo gastronómico. El pasado martes hubo un asado en San Miguel y el sábado, pizza en Tigre. Más allá de la debilidad culinaria del anfitrión, esta última convocatoria agregó a la receta a un nuevo integrante de la mesa: el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi fue de la partida e introdujo un nuevo ingredente a la oferta electoral cuando propuso jugar en octubre por dentro del kirchnerismo, una opción que habría sido descartada, aunque no definitivamente.
De todos modos, aún sin menú preparado, el jueves próximo el massismo volverá a reunirse para intentar que el espacio abandone la indefinición que lo mantuvo hasta ahora en agua de borrajas. Los caminos a analizar son cuatro. El primero, que Massa -que tiene mandato, al igual que Giustozzi, hasta 2015- encabece una lista de diputados nacionales por fuera del Frente para la Victoria.
La segunda opción es que quien lidere la boleta electoral sea Giustozzi y atraiga sobre sí el fuego graneado que podría provenir desde las troneras del oficialismo. La tercera opción es que el Frente Renovador -la opción política que alberga al massismo- presente “boleta corta”, que incluya sólo candidatos distritales y provinciales, sin listas de postulantes a los cargos de senadores y diputados nacionales. La cuarta posibilidad es la esbozada en los primeros párrafos.
Massa encargó en estos días una megaencuesta telefónica, de cuyos resultados dependen algunas decisiones que tomará en el futuro inmediato. De todos modos, crecen las versiones de que el intendente de Tigre no sería finalmente candidato en esta elecciones y que su tropa deberá salir a la palestra con su bendición pero quizás sin su presencia.
Existe, de todos modos, una segunda posibilidad, que es que Felipe Solá sea el líder de la boleta, que otorga la garantía de que es un dirigente que posee una dura piel para soportar el inevitable contraataque que llegará. En casi cualquier opción que se baraja en este espacio, el segundo lugar en la boleta lo ocuparía Malena Galmarini, que es la esposa de Massa e hija de Fernando, ex secretario de Deportes de Carlos Menem y de Marcela Durrieu, ex diputada nacional.
