El líder del Frente Renovador y presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se diferenció de la postura del Gobierno nacional sobre la actitud pasiva que adoptó el embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, respecto de la presencia del iraní Mohsen Rezai en el acto de asunción del dictador nicaragüense Daniel Ortega, y también expresó su condena sobre la situación política que vive el país centroamericano.
En diálogo con Infobae, Massa explicó: “La presencia de Rezai es una burla del Gobierno de Nicaragua sobre los muertos de la AMIA. Tiene pedido de captura internacional. Y su libre circulación muestra que no funciona el Estado de Derecho”.
Además, el presidente de la Cámara de Diputados cuestionó que en Nicaragua exista un sistema de persecución contra los políticos opositores que fueron encarcelados antes de las elecciones del 7 de noviembre de 2021 que les permitieron a Ortega y a su esposa Rosario Murillo continuar en la presidencia por otro período, el cuarto de manera consecutiva al sostener: “Un gobierno con 131 opositores presos no es una democracia. Es autocracia o farsa. Y en cualquiera de esos casos nos debe generar rechazo”.
Con respecto a Rezai, actual vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, las duras afirmaciones de Massa se refieren a que resultó uno de los invitados de honor del régimen de Ortega que estuvo en Managua el lunes 10 de enero para su asunción.
Sobre Rezai pesa un alerta roja de búsqueda de Interpol al estar sospechado como uno de los terroristas involucrados en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que ocurrió el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires.
Argentina, si bien condenó la no detención de Rezai, se había apoyado en Nicaragua en la Cumbre de Cancilleres de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) realizada el viernes 7 de enero en Buenos Aires donde Alberto Fernández logró el consenso de los 32 países participantes para quedarse con la presidencia pro témpore del foro regional que se opone a los lineamientos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que preside el uruguayo Luis Almagro y que cuestiona la falta de transparencia en la política de derechos humanos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Fue clave en el marco de la CELAC el respaldo del canciller nicaragüense Denis Moncada a la postulación argentina. Gracias al trabajo conjunto que encararon el canciller argentino, Santiago Cafiero, y su par mexicano, Marcelo Ebrard, se pudo conseguir que Alberto Fernández se quedara con la presidencia, tras la postergación que sufrió el traspaso el 18 de septiembre de 2021 cuando Felipe Solá había sido desplazado de su cargo como ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.