En los múltiples contactos que Massa tuvo con el presidente antes de asumir como súper ministro de Economía, expuso su sugerencia para que Máximo vuelva a tener un lugar en la mesa chica del FdT y además dejó picando la posibilidad sobre un posible regreso de Kirchner a la butaca de presidente del bloque de diputados nacionales del FdT , lugar que abandonó, por carta, el 31 de enero pasado en desacuerdo con la firma del acuerdo con el FMI y que, desde entonces, está en manos Germán Martínez.
Para Massa, un regreso a escena de Máximo es determinante en varios frentes. Si el diputado se involucra, implica que abandona la posición crítica, que lo llevó a renunciar, a militar contra la aprobación del acuerdo con el FMI y a no ahorrar ningún sablazo contra el ahora exministro de Economía, Martín Guzmán.
Con Máximo en la primera línea, Massa podrá exhibir un certificado de validación kirchnerista, de enorme valor político y simbólico para reforzar las gestualidades de Cristina Kirchner, como la foto del lunes en el Senado.
Este miércoles se volverá a ver ese acuerdo político en la asunción del tigrense como ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura. En el Museo del Bicentenario, en la Casa Rosada, 450 invitados serán la cohorte de la jura del nuevo hombre fuerte de la administración nacional. Y allí estarán los principales cuadros de La Cámpora.
Sobre la influencia del jefe de La Cámpora en el nuevo esquema, sirve detenerse en un detalle puntual: Cecilia Moreau, que fue electa como presidente de la Cámara, tiene casi el mismo nivel de diálogo con Massa que con Máximo, vínculo que consolidó más allá del Frente Renovador y que replica, en otro rango generacional, la relación que su padre Leopoldo tiene con Cristina, la madre de Máximo.
Las imágenes de la jura del nuevo ministro de Economía en el Museo del Bicentenario buscarán mostrar caras positivas y sonrientes para contextualizar el intento de refundación del ciclo gubernamental del Frente de Todos.