La diputada por la Tercera Sección, Mónica López, es la cara visible del ariete más duro que Sergio Massa quiere usar contra el gobernador y ella no esquiva mostrar que le gusta serlo. La semana pasada encabezó el pedido de juicio político y denunció penalmente al gobernador por incumplimiento de deberes de funcionario público y abandono de persona por la tragedia de la inundación en la capital provincial.
En diálogo con Noticias Urbanas, López anticipó que hoy mantendrá en La Plata la primera reunión con legisladores del GEN y de la Unión Cívica Radical (son una veintena en bloques separados, teniendo más bancas los del espacio de Margarita Stolbizer) en pos de consensuar el avance sobre el juicio político.
“Tenemos la primera reunión para ir analizando las cosas, y ver si es que hay que avanzar juntos. No me gusta levantar falsas expectativas porque hasta que nada se firma en política nunca se sabe”, señaló.
La dirigente de Avellaneda (y ex candidata a vicegobernadora de Francisco De Narváez) incluso afirmó que “también se hablará con Cristian Castillo”, la única banca que ostenta el Frente de Izquierda en la Legislatura bonaerense.
“Esta semana voy a ampliar la denuncia penal con testimonios de testigos, porque es mi obligación como funcionaria el presentarlos”, agregó López, aunque prefirió mantener la discreción sobre quiénes serán los que buscarán figurar en la causa contra el gobernador.
López destacó que el candidato a presidente del FR “avala” la ofensiva parlamentaria contra el gobernador y reconoció que “aunque no den por ahora los números (para sancionar el proyecto) son acciones que se tiene que hacer”, y dijo que le provoca “vergüenza tener un gobernador que mintió con los muertos de una tragedia”.
“Esto no es una discusión sobre qué pensamos, un debate como se puede dar por la policía comunal. Acá estamos hablando de muertos y cuestiones que hacen a la moral, al rol del Estado y una obra pública que nunca se realizó pero sí se presupuestó”, enfatizó.
Si bien el oficialismo cuenta con mayoría en la Cámara baja (algo que no consigue en el Senado), el massismo intentará articular con otros sectores opositores para esmerilar a Scioli y mantener el tema en agenda e, incluso, lograr quebrantar alguna voluntad de los aliados del oficialismo, como los representantes de Nuevo Encuentro (Marcelo Saín y Adrián Grana).
“Se mueren de ganas de firmar el juicio político pero tal vez no se terminen animando”, dijo a NU un legislador conocedor de los límites a los que el sabbatellismo está acostumbrado a respetar.
Otras cuatro bancas con las que el FR no podrá contar serán, probablemente los del bloque denarvaízta Unión Celeste y Blanco: electos en 2011 durante el frente electoral con Ricardo Alfonsín, y encabezados por el abogado mediático Mauricio D’Alessandro, hoy por hoy este pequeño bloque funciona como un satélite del sciolismo, ya que uno de sus jefes políticos, Gustavo Ferrari, es asesor del gobernador.