El diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, se reunió con Emilio Pérsico y su esposa, Patricia “La Colo” Cubría, en su casa del barrio Atalaya de Isidro Casanova, donde conversaron sobre el futuro del peronismo en La Matanza, que tiene como amo y señor a Fernando Espinoza desde hace más de 15 años.
El Movimiento Evita, con Cubría como candidata, quiere desafiar a Espinoza y jugar en 2023 en una PASO por la intendencia de La Matanza, el partido más poblado del conurbano. Con casi dos millones de habitantes, el distrito históricamente fue una aplanadora de votos peronistas capaz de inclinar cualquier elección bonaerense.
En 2021, la agrupación de Pérsico quiso presentar una lista para competir en la interna del Frente de Todos bajo el sello Frente Vecinal de La Matanza. Juntaron 15.000 avales, pero la Junta Electoral bajó la nómina. Espinoza, en una lista única, se inscribió como primer candidato a concejal de forma testimonial.
Días después de juntarse con Pérsico, Máximo Kirchner se fotografió muchas veces con Espinoza: el diputado es el titular del PJ bonaerense y el intendente es el presidente del Congreso del partido a nivel provincial.
En La Cámpora aseguran que no hay un acuerdo subterráneo con el Evita y advierten que “es muy prematuro” hacer cualquier especulación sobre el armado electoral de La Matanza. Consideran “lógico” que la agrupación piquetera quiera presentar a una candidata, por su presencia territorial. “A pesar de las diferencias, siempre hubo contacto entre Máximo y Pérsico”, aseguran.
Por su lado, en el Movimiento Evita tampoco esperan un apoyo explícito de La Cámpora a Cubría. “Cristina todavía le tiene mucho respeto y cariño a Espinoza”, dicen, pero aseguran que el año próximo jugarán “como sea”, adentro o afuera del frente oficialista. La semana pasada, de hecho, Espinoza renovó por cuatro años su cargo de presidente del Congreso del PJ bonaerense, cuyo titular es Máximo Kirchner. Y es probable que la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, del riñón del jefe matancero, vuelva a integrar una fórmula con Axel Kicillof para pelear por la reelección de la provincia.
Hay antecedentes de chispazos entre La Cámpora y Espinoza en La Matanza. El año pasado, tras un cierre de listas ríspido, la subsecretaria de Derechos Humanos, Amira Curi, afín al camporismo, presentó la renuncia a su cargo. Curi integra el Ateneo Néstor Kirchner -principal espacio kirchnerista de ese distrito- y es cercana a Facundo Tignanelli, un dirigente cercano a Máximo Kirchner. Hoy no hay camporistas ocupando cargos en la municipalidad matancera.
En el peronismo matancero no creen que el kirchnerismo vaya a desafiar abiertamente a Espinoza y advierten: “Lo gestual en el PJ bonaerense está muy claro. Si en La Cámpora le dijeron al Movimiento Evita que vayan para adelante, dos semanas después intentaron bajar las PASO. Muchas veces quieren forzar un recambio dirigencial, pero después se dan cuenta de que tienen que jugar con el peronismo tradicional”.