La candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, llegó el lunes a un acuerdo con el economista Carlos Melconian para que sea su ministro de Economía si gana las elecciones. Bullrich y el economista compartieron un largo e intenso encuentro en el domicilio de la candidata, en el barrio de Palermo. Ambos volverán a encontrarse el jueves, donde se realizará la presentación oficial en la Fundación Mediterránea, en Córdoba.
De esta forma, Melconian será el hombre fuerte del gobierno de Bullrich en caso de que Juntos por el Cambio (JxC) gane las elecciones, pero la candidata presidencial también le propuso que sea su principal vocero económico en la campaña electoral para contrarrestar la fortaleza que tiene Javier Milei en este tema y dejar en evidencia los problemas del esquema económico que lleva adelante Sergio Massa.
Bullrich pidió unificarse detrás de las posiciones que viene sosteniendo a partir de las ideas que conversa con Melconian y Luciano Laspina, su economista de cabecera, quien se puso al frente de un equipo de expertos de Juntos por el Cambio (JxC) que estuvo en la reunión del viernes: Ricardo López Murphy, Dante Sica, Eduardo Levy Yeyati, Daiana Fernández Molero, Enrique Cristofani, Guido Sandleris, Horacio Tomás Liendo, Hernán Lacunza y David Sekiguchi, Martín Tetaz, Matías Sturt y María Castiglioni.
En el entorno de Bullrich valoran su llegada de Melconian a todas las terminales del poder y sus estrechos lazos con el establishment. Desde hace meses, la candidata presidencial visita al economista en sus oficinas del centro porteño para interiorizarse sobre el plan económico “integral” que construye la Fundación Mediterránea.
Entre las coincidencias figuran aplicar una nueva distribución del presupuesto “sin déficit”. También aparece en carpeta “un capítulo laboral” para incentivar la generación del empleo privado. Y un plan de promoción para la industria, las pequeñas empresas y las nuevas unidades económicas.
Melconián elaboró un “plan de estabilización” para enfrentar la inflación. Bullrich la pidió a su eventual ministro de Economía adelantar la eliminación de las retenciones. El economista tiene sus reparos por su impacto fiscal. Será “lo antes posible”, según acordaron ambos.
El plan de Melconian y la Fundación Mediterránea
Melconian busca llegar rápido al déficit fiscal primario (antes del pago de deuda) cero para dejar de emitir dinero para financiarlo y ante la ausencia de financiamiento externo. No habla de bajar el gasto público en 13 puntos del PBI, como Javier Milei y su autodenominado Plan Motosierra, ni de los ocho puntos que calculan los asesores de Larreta. Apunta a 3,5 o 4 puntos, es decir, todo lo necesario para terminar con el rojo, no más.
“No va a ser catastrófico. Las motosierras no existen, bajar impuestos tampoco”, comentan en la Mediterránea, donde también se desempeñan Enrique Szewach, Rodolfo Santangelo, Andrés Ibarra, Facundo Martínez Maino, Daniel Artana -el fugaz secretario de Hacienda del gobierno de Fernando de la Rúa que, en 2001, quería despedir empleados públicos-, Jorge Vasconcelos, Marcelo Capello, Jorge Colina y Juan Manuel Garzón.
En el equipo de Melconian aclaran que no son “halcones ni violentos”. Apuntan a recortes en muy diversos rubros del Estado. Consideran que las tarifas de energía y transporte están “recontra atrasadas”, con lo que se avecina una quita de subsidios para la clase media. Igualmente, aclaran que el encarecimiento de la luz y el gas será menor que el 270% que aplicó Sergio Massa para el 35% de los hogares más ricos, que se quedaron sin subvenciones. Aunque aumentará, mantendrán la tarifa social para los que menos tienen. Lo mismo sucederá con los colectivos y los ferrocarriles.
También apuntará a los planes sociales, pero recuerda que ya la actual ministra de Desarrollo Social y candidata a diputada, Victoria Tolosa Paz, comenzó dando de baja 85.000. Claro que la cirugía del economista de la Mediterránea será mayor: su equipo ha contabilizado 38 programas sociales en varios ministerios y planea abocarse a la ardua tarea de advertir duplicaciones de beneficios.
Además están mirando el déficit de las empresas públicas, que representa un punto del PBI. En la Mediterránea ponen la lupa en AYSA, Yacimientos Carboníferos Fiscales, en todo el sistema de medios públicos, en el Correo Argentino y en la metalúrgica IMPSA para analizar si cierran, se ajustan o se traspasan a provincias. En el caso de Aerolíneas, no quieren darla de baja, como Mauricio Macri, ni entregarla a los sindicatos, como pretende Milei, sino rever cada renglón de sus gastos para llevarla al equilibrio.
A diferencia del candidato presidencial libertario, Melconian no quiere privatizar YPF sino que quiere asignarle un rol “preponderante”. Si fuese así, se distinguiría de Macri, que la puso en un rol secundario, por ejemplo, en el negocio del gas, donde prevaleció Techint con su petrolera Tecpetrol. El economista de la Mediterránea apunta sobre todo a terminar con el rojo de Enarsa, que representa la mitad del total del déficit de las compañías estatales, y que se solucionaría aumentando tarifas de luz y gas.
El aspirante a ministro quiere reducir en un 25% la estructura de la administración pública nacional, lo que no significa echar a un cuarto del personal sino revisar cada rincón del Estado. Apunta a reducir la cantidad de ministerios, secretarías, subsecretarías y direcciones y reordenar el organigrama. Eventualmente puede haber despidos, pero no masivos.
No quiere dolarización, como Milei, ni apuesta al peso, como Larreta, sino que coincide en abogar por consolidar el bimonetarismo, como anhela Bullrich. Por eso, propone reformar el Código Civil para legalizar la convivencia del peso y el dólar. Pretenden crear un nuevo régimen monetario, pero no aclaran si será fijo, como en el uno a uno, o flexible.
En cuanto a impuestos, algunos sí bajarían al comienzo, pero no lo grueso. “Seis sectores exportadores explican el 90% de retenciones”, identificó Melconian en abril en una conferencia en el CAA, donde también pesan los Urquía. Esos derechos de exportación clave a la soja, el maíz o el trigo no se tocarán. “El resto se elimina”, dijo el economista.
El economista imagina Infraestructura dentro del Ministerio de Economía. Los proyectos prioritarios serán los de energía, como los gasoductos, las obras sanitarias de AySA en la provincia de Buenos Aires, el dragado de la Hidrovía y los trenes de carga, anunció el economista en la ciudad donde se celebra cada enero el festival de doma y folklore.
Melconian apuntará a una reforma laboral. Habló de eliminar las penalidades que multiplican las indemnizaciones, el cambio de convenios colectivos con ultraactividad -gremios que discuten condiciones de trabajo que se aplican a todas las empresas y que se prolongan de manera indefinida- y promover la figura del “despido optativo” que evite el costo de la desvinculación cuando no es el empleador el que lo decide.
En cuanto a política comercial, esperan a ver cómo termina de negociarse el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que se firmó en 2019 pero nunca se ratificó en los parlamentos nacionales y ahora está en revisión. Consideran que más que tratados de este tipo lo que hoy cierra la economía es el cepo, que se liberará en la medida en que baje la brecha entre el oficial y el paralelo.
Melconian también tiene en agenda una reforma previsional que suba la edad jubilatoria, que hoy está en 65 años para varones y 60 para mujeres.
Qué es la Fundación Mediterránea
Fundación Mediterránea es una asociación civil sin fines de lucro creada en la ciudad de Córdoba, el 6 de Julio de 1977, por iniciativa de 34 empresas de la provincia de Córdoba, convocadas por el señor Piero Astori.
La Fundación creó el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que cuenta con un equipo de economistas profesionales dedicados tiempo completo a la tarea de investigación. El grupo de promotores de la Fundación estableció que los estudios deberán contribuir a realizar un país próspero, con una conformación social que ofrezca la igualdad de oportunidades a sus habitantes y con una economía integrada, dinámica y eficiente, que asegure un continuo mejoramiento de la calidad de vida de todos los argentinos.
Los promotores de la Fundación establecieron, además, que las investigaciones deberán llevarse a cabo en condiciones de absoluta resignación de intereses sectoriales o de grupos, en favor del interés general de la Nación Argentina.
La cordobesa Fundación Mediterránea fue la que impulsó en los ’90 a Domingo Cavallo como ministro de Economía de Carlos Menem para derrotar la hiperinflación, crear el uno a uno con el dólar, desregular y abrir la economía y privatizar.