“La votación de este año tendría que dar 100 a 0. Cien a favor del ‘no me mientan más’. No me importan las camisetas”. La frase fue pronunciada por el economista Carlos Melconian en medio de un análisis de las medidas recientemente anunciadas por el Gobierno para mantener el tipo de cambio estable en la previa de las elecciones.
“Los soldados tienen que ser la sociedad argentina, con límite y piso a berretalandia. “No queremos más ir para atrás, no somos esta política exterior”. ¿Vos sabés lo que es encontrar piso? ¿Vos sabés lo que es recuperar la ambición? ¿Vos sabés lo que es recuperar las ganas y volver a ver horizonte? ¿Vos sabés lo que es recrear expectativa?”, se preguntó.
Y ejemplificó: “Esto es como el partido del sábado, si perdíamos Messi no firmaba ni con el Barcelona, pero como ganó habló con Maradona, lo fue a recibir la mujer, etcétera. Esto es así”.
“Berretalandia”, en el tradicional estilo de comunicación de Melconian, es el modelo económico del gobierno Alberto Fernández, que según su visión está adoptando medidas con el único propósito de llegar a las elecciones sin una disparada del precio del dólar.
Para el ex presidente del Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri, una victoria de la oposición durante las elecciones legislativas demostraría que “el cambio es posible”. No obstante, le envió también un mensaje a los dirigentes que enfrentarán este año a la Casa Rosada: “Para que el cambio sea posible, se tienen que poner las pilas todos, larguen la famosa birome y las listas, porque la gente está en pelotas esperando cómo se gobierna para el bien de la Argentina y para recrear la expectativa”.
El Banco Central y la Comisión Nacional de Valores dispusieron nuevas medidas que complican aún más el acceso al mercado de capitales. Hay expectativa por cómo reaccionará este lunes el mercado a las últimas resoluciones, conocidas el sábado, horas antes de la final de la Copa América entre Argentina y Brasil.
En diálogo con radio Mitre, Melconian hizo una serie de reflexiones sobre el alcance de las políticas adoptadas y la coyuntura económica del país. Algunas de sus principales reflexiones:
– “Es tan berreta el tema que con los precios récord en términos de commodities y con cosecha récord, algo que no habían tenido ni Cristina ni Néstor, un tipo de cambio muy elevado, tasas de interés en el mundo en cero y la santa soja, el nivel de desconfianza por la falta de un programa es de tal magnitud que terminan con estos parches y bochornos que son exclusivamente para llegar”.
– “Todas estas cuestiones empujan todo para el día después. Mientras tenés al ministro hablando de cambiar deuda por naturaleza y todas esas gansadas, no sé quién está a cargo acá de todo eso”.
– “Esto es cambiario puro. Las reservas en diciembre eran negativas. Viene la santa soja y el BCRA empieza a comprar dólares. El súper cepo y todo no alcanzaba. El súper cepo es jugar un partido con 11 arqueros: ponele que la pelota no entre, ¿quién llega al arco de enfrente?”.
– “Cuando viene la santa soja, empieza a comprar el BCRA. Y compra algo así como 7000 millones de dólares, que no van todos a las reservas porque hubo que mantener pagos al Banco Mundial, al BID y al propio FMI. Tuviste que pagar deuda por 2.500 millones, vendiste casi 1000 millones para apaciguar la brecha, te quedaron aproximadamente 3500 millones, 3800 millones”.
– “¿Ese fósforo de cera me alcanza? ¿Para qué? Para mantener la brecha, para mantener el precio… Este es un gobierno que quiere manejar precio y cantidad, quiere inventar una nueva economía, se cree que hay 45 millones de gansos y 3 vivos que saben de esto”.
– “Si no son suicidas, van a ir a un acuerdo con el Fondo, que tiene que ser antes de marzo cuando tenés un vencimiento equivalente al de todo este año. Este año te vencían 5 lucas, el año que viene vencen 20 lucas; 4 y pico son en marzo. Y antes de marzo se te termina la sanata. Si son pillos, van a firmar. Son como los perros que ladran y no muerden”.
– “El 30 de marzo a las 12 de la noche firmás algo con la complicación de que sea soft; arrancás para adelante y Dios es grande. ¿Qué cambia eso en el nivel de actividad, empleo, poder adquisitivo? Nada”.
– “En el segundo semestre termina la fantasía del ajuste ortodoxo de Guzmán, que no existe. El diablo de la inflación te mata el poder adquisitivo y te licúa el gasto en pesos al que está incurriendo este gobierno. En el segundo semestre, viene la emisión que no hubo en el primero y esa es una presión que queda flotando por ahí. ¿Y el que maneja los dólares qué dice?”.