“Al gobierno de Cambiemos le puse un diez en el rumbo y cero en macroeconomía”. Así califica Carlos Melconian, expresidente del Banco Nación entre 2015 y 2017, al Gobierno de Mauricio Macri. Según Melconian el problema fue el “programa inconsistente” que se aplicó desde el 10 de diciembre de 2015.
“Había una mala herencia, se hizo un mal diagnóstico y hubo mala praxis. Lo que más me preocupa es que va todo junto en un embudo al 10 de diciembre de 2019”, criticó el economista.
En diálogo con La Nación, disparó contra la “inacción fiscal” y el ” shock monetario” de Cambiemos, y alerta sobre los riesgos de no atender el equilibrio de las cuentas públicas.
Y continuó con sus críticas: “Es un conjunto de cosas, donde lo que más salta es lo fiscal. Hubo una herencia asintomática. Se decidió no planteárselo a la sociedad, y lo peor fue que se decidió no resolverlo en los primeros dos años. En la Argentina hay que volver a recuperar el concepto de gradualismo, porque lo que no puede ocurrir es que alguien crea que lo que acaba de ocurrir en la Argentina fue gradualismo y fracasó. En la Argentina vino primero la inacción y después, el plan picapiedras. El déficit no se redujo, y se financió con deuda. Cuando se terminó la deuda, vino el Fondo y ahí se gatilló el quilombo”.
Melconian dejó en claro que las cosas se hicieron mal u que había otras opciones. “El balurdo era grande, pero se podía haber avanzado gradualmente, cosa que no ocurrió. Hay un famoso dicho que dice que las que van fuerte al ángulo, son gol, pero las que van a las manos no te las metas adentro. El fondo de reparación histórica es un ejemplo, o medidas de compromiso político como la eliminación de las retenciones o la baja de Ganancias. Y se gastó la bala de plata del blanqueo en gasto corriente”, explicó.
Luego le pegó a Marcos Peña. “Este gobierno hizo gala de tener una estrategia de comunicación fenomenal y para mí fue pésima. Pero debo a su vez admitir que lo que digo en que no se comunicó, si acto seguido no acomodás las cosas”.
“Lo marqué desde el primer día, incluso desde antes de empezar el Gobierno de cómo se decidió enfrentar la herencia”, se defiende.
Para el final reconoció que habla con Alberto Fernández, pero no desde ahora.
“Dialogamos ininterrumpidamente desde 2005. Una cosa es hablar con él hace tres meses, cuando no se enteraba ni el loro, y otra es ahora, cuando puede ser presidente en dos meses. Ahí se intensifica el diálogo, las preguntas son diferentes y más profundas. Es el respeto al ciudadano, de la misma manera que lo hice al lado del presidente actual. Yo hincho para la Argentina. Al próximo presidente quiero que le vaya bien. Si me llaman, yo contesto”, aclaró.