El deshilachado calendario electoral 2019 puso a Mendoza en una situación particular: es una de las dos provincias que elegirá a su gobernador entre las PASO del 11 de agosto y la primera vuelta nacional del 27 de octubre. Las otras dos son las primarias en Salta, que se harán el seis de octubre y las generales en Chaco, el 13 de octubre.
Pero el comicio en la tierra del vino se convirtió en un botín especial. Se trata de uno de los cinco distritos aún en manos de Cambiemos (con las dos Buenos Aires, Jujuy y Corrientes) y la conduce nada menos que el jefe del radicalismo, Alfredo Cornejo. Por eso, hacia allí enfocaron enseguida su mirada Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Cada uno con un interés particular.
Para el ex jefe de Gabinete, favorito para llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre, un triunfo en Mendoza implicaría pintar de color propio a la quinta provincia con más electores del país. El 16 de junio, en Santa Fe, el peronismo ya se dio un gusto grande: después de 12 años desplazó al socialismo y coronó a Omar Perotti como próximo gestor. Ahora van por Mendoza.
En el caso de la ex presidenta, la candidata a gobernadora del Frente Peronista K es una hija pródiga: la camporista Anabel Fernández Sagasti, senadora nacional y compañera de bloque de Cristina. En las PASO provinciales del 9 de junio, Sagasti derrotó en la interna al peronista Alejandro Bermejo y quedó en carrera para el 29 de septiembre.
El antecedente de las primarias es el parámetro que miran también los otros candidatos y partidos. Ese día, impedido Cornejo para ir a buscar la reelección (Mendoza y Santa Fe son las únicas dos provincias que prevén un solo mandato para el gobernador), el radical Rodolfo Suárez derrotó claramente al demócrata Omar De Marchi (apoyado por un sector del macrismo) y quedó consagrado como el candidato más votado: 29,46% del total, contra 18,33% de Fernández Sagasti.
Por espacio, el oficialismo provincial (Frente Cambia Mendoza) también fue el mejor: 42,89%, con los pocos votos que también aportó Fernando Armagnague; contra 35,64% del Frente Político y Social Elegí, el peronismo K.
Por esa doble victoria del 9 de junio, siempre se especuló con un triunfo cómodo del postulante radical en septiembre. Pero las PASO nacionales de agosto abrieron algún interrogante. Alberto Fernández ganó en Mendoza y le sacó allí unos 37 mil votos de diferencia a Mauricio Macri, que llevaba en su boleta para diputado nacional al propio Cornejo. Aunque por menos diferencia, el gobernador también perdió en su tramo. ¿Puede tener esto alguna incidencia el 29S?
Por lo pronto, Alberto F. ya avisó que irá a la provincia cerca del cierre de campaña y antes mandará apoyo amigo: el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, más Sergio Massa. Ya pasó por allí para mostrarse con la camporista el puntano Alberto Rodríguez Saá.
El Frente de Todos se había ilusionado con un cuarteto de victorias en intendencias locales para dar apuntalar el batacazo. Pero el primer domingo de este mes, la apuesta de 4 a 0 terminó 3 a 1: el PJ retuvo los municipios de San Rafael, Lavalle y Tunuyán; pero perdió San Martín, a manos de la UCR. Oxígeno para Cornejo y Suárez.
En medio de la puja política, y a tono con los tiempos electorales que corren, Mendoza tiene su propia guerra de encuestas. Por un lado, trascendió un trabajo de Analogías, una consultora que trabaja para el peronismo. Un relevamiento de 3.800 casos, hecho en la provincia entre el 26 y el 28 de agosto, que le da a Suárez una ventaja menor (36,4% contra 32,9% de Fernández Sagasti), con 11,9% de indecisos.
Por otro lado, se difundió un sondeo de Reale Dallatorre Consultores, una firma mendocina, que le otorga a Suárez una distancia mucho mayor. Cuando se mide por espacio, 48,2% a 32,3%; cuando se mide por candidato, 50,2% a 34,9%. La encuesta anterior de RDT, también con amplia ventaja para Suárez, había sido difundida desde el gobierno provincial.
Las elecciones a gobernador previas a las primarias del 11 de agosto mostraron que cada distrito suele tener su lógica política. Pero por la cercanía con la primera vuelta presidencial, Mendoza cobró relevancia nacional.