Las urnas merlenses decidieron, el pasado octubre, que era necesario un cambio, y así Gustavo Menéndez (FPV) se convirtió en el sucesor de Raúl Othacehé tras haber obtenido el apoyo del 53 por ciento del distrito.
Con su habitual atuendo relajado, el intendente recibió a Noticias Urbanas en la Quinta Colonial para realizar un análisis de gestión: de dónde viene Merlo y hacia dónde se dirige, su relación con la Provincia y sus principales preocupaciones.
El apasionado peronista y amistad de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal se define como un férreo seguidor de las enseñanzas del Papa Francisco y defensor del deporte. Así, Menéndez detalló cuáles son los planes para su gobierno, incluso los que ya cuentan con el apoyo de parte del presupuesto municipal.
En primer lugar, afirmó haberse encontrado con una localidad “lastimada”, y se sinceró al respecto de las necesidades más imperantes del municipio: “Hace falta estructura básica. El 65 por ciento de la gente no tiene cloacas, el 54 por ciento no tiene gas natural y el 53 no tiene agua corriente. Además, tenemos 14.700 cuadras de las cuales 9 mil son de tierra y del resto y el 50 por ciento está deteriorado”.
“Hoy somos una localidad financieramente estable; no somos un municipio económicamente poderoso aun, pero aspiramos a serlo; tenemos muchas competencias comparativas”, expuso. Y detalló: “Para dar una idea, tenemos en la actualidad 560 millones de pesos en el banco, más de 200 millones de pesos en plazos fijos, y licitamos más de 750 millones de pesos con recursos propios”, resumió Menéndez, subrayando “el apoyo de distintos partidos políticos en el Consejo Deliberante que ayudaron a dictar una batería de ordenanzas que aportaran a la estabilización financiera”.
Récord de inversión
Según el intendente kirchnerista, Merlo rompió el “récord histórico de inversión en obras de infraestructura de gran envergadura”, convirtiéndose entonces en “el número uno del país en licitaciones”.
Esto fue logrado, en parte, por la repartición correspondiente del Presupuesto Provincial a los municipios, que significan “350 millones de pesos”. “A mí eso me permitió hoy haber licitado ya 900 millones de pesos con plata propia del municipio”, completó.
Asimismo, a pesar de que el mandatario municipal confesó que se veía “a esta altura como un especialista en baches y semáforos”, el objetivo primero en la localidad del oeste es la mejora de la infraestructura, en concordancia a los objetivos de la gobernadora: “Cuando me junté con María Eugenia me pidió que no invirtiera la plata del endeudamiento en cordón cuneta y baches, sino que le diéramos una mano para hacer obras de infraestructura, especialmente las hídricas que, además, están bajo la orbita del gobierno provincial”, confió.
Pesada herencia
Es de público conocimiento la rispidez política que chispaba entre el exintendente merlense contra Gustavo Menéndez quien, antes de ceder su cargo, soltó su última pisada hacia su sucesor: “La herencia que quedó en Merlo es muy pesada. Para empezar, fui a votar con chaleco antibalas, me pegaron 26 tiros en el auto y a mi familia la tuve que sacar del país”.
Y, en relación al estado en el que encontró al municipio, Menéndez enumeró: “Más de 800 millones de pesos de deuda flotante; había desaparecido un montón de maquinaria del parque automotor, todo el registro del personal; me habían dañado el sistema para poder cobrar impuestos, y me dejaron sin pagar los sueldos de noviembre. Para colmo, me dejaron cero pesos en caja, 3 mil personas nombradas, 450 directores, 97 subsecretarios, 23 secretarios y 175 por ciento de aumento en el sueldo”.
En consecuencia, fue necesario decretar la Emergencia económica, financiera y administrativa.
¿Qué se está haciendo en Merlo?
En 8 meses desde su asunción, el nuevo gobierno municipal ya licitó las calles San Lorenzo y Sica “de punta a punta”, la obra hidráulica de la Ruta 21, la obra del nuevo asfalto de la calle Colombia, que une la ruta 21 con la 1003, y el año que viene se realizaría la unión de la 1003 con la 1001. También fueron invertidos “más de 60 millones de pesos en bacheo y más de 50 millones de pesos en cordón cuneta”.
“Estamos haciendo el reemplazo de las luminarias por un sistema mucho más moderno y que nos permita ahorrar energía. Estamos recibiendo inversiones en el distrito, cambiamos el código de ordenamiento urbano y la ordenanza general de habilitaciones; así, generamos un montón de habilitaciones definitivas que antes no se daban para tenerlos como rehenes a los comerciantes”, contó el intendente.
Por otro lado, la atención oficial está puesta en el Plan Estratégico de Crecimiento del municipio, la planificación de parques industriales, la creación de la Unión Industrial de Merlo y de una Secretaría de desarrollo Económico Sustentable para la atracción de las inversiones que “de a poquito van llegando”. “No nos acompaña mucho el contexto nacional por la apertura de las importaciones, por el impacto negativo que tuvo el tarifazo sobre lo productivo e industrial”, opinó Menéndez, y adelantó: “Nosotros vamos a estar al lado de la gente hasta las últimas circunstancias y eso no es algo en contra del gobierno, que creo que tiene las herramientas necesarias para dar marcha atrás en una decisión que no fue buena que impacta fuertemente en los sectores más vulnerables”.
“Nosotros tenemos una formación y obsesión por los pobres muy marcada, tal es así que casi es el objeto máximo por el cual nosotros ingresamos a la política, para equiparar de abajo hacia arriba”, adujo el peronista.
Su relación con el gobierno
Antes de ser kirchnerista, Gustavo Menéndez es peronista y mantiene un amplio diálogo con el gobierno. No sólo mantiene una relación de amistad y diálogo fluido con la gobernadora bonaerense sino que, a pesar de ser crítico con el Gobierno Nacional, no limita sus intenciones de colaboración con el PRO o el massismo.
“Los peronistas somos dialoguistas, lo cual no quiere decir que seamos blandos. Trato de creer en las buenas intenciones, pero a mí siempre me van a encontrar al lado de la gente que más sufre. Aun así, algo es cierto: el gobierno ganó limpia y transparentemente las elecciones. Y, para el peronismo, la voz del pueblo es la voz de Dios, por lo tanto nos sometemos y creemos que el rol que nos ha dado es precisamente prender las luces de alerta cada vez que las cosas no creemos que vayan por el lado adecuado. No somos golpistas, somos un partido político y movimiento social profundamente democrático, por eso dialogamos y tratamos de aportar”, concluyó.
