En la antesala de las primarias abiertas nacionales, la comandancia de campaña del Pro y del Frente Renovador comparten la preocupación por la fiscalización, especialmente con respecto a un distrito, tristemente célebre por su política de estilo feudal y por ostentar un aparato político basado en la perpetuación en el Estado y en la mano dura: Merlo.
Su intendente, Raúl Othacehé, lo gobierna desde 1991. Casi 25 años después, buscará una nueva reelección casi asegurada, aunque tuvo sus propios tropiezos políticos: en abril de 2014 el “Vasco” pactó con Sergio Massa y abandonó el kirchnerismo, aunque poco más de un año después sintió que su permanencia en el poder corría peligro por el derrumbe del tigrense, y decidió volver al Frente para la Victoria, esta vez, de la mano de “Wado” de Pedro y Aníbal Fernández.
Denunciado en su momento por permitir violaciones a los derechos humanos en su distrito, Othacehé logró a lo largo de un cuarto de siglo convertir a su municipio en su núcleo de poder inexpugnable. “Menéndez (quien compite en la primaria kirchnerista contra él) a veces tiene que hacer actos en San Miguel porque no lo dejan en Merlo”, relató a Noticias Urbanas uno de los jefes de la campaña del Pro.
“Es muy difícil Merlo, los fiscales tienen miedo y hasta los dirigentes se asustan. Y tenemos poco armado ahí”, admite el macrista. Pero en la misma sintonía se encuentran en el massismo, que tras el cruce de vereda de Othacehé, quedaron casi en cero allí. Habilitaron cuatro listas para la interna de este domingo, aunque ninguna competitiva (Menéndez estaba en el FR pero se fue luego de la incorporación del intendente).
Anoche, uno de los coroneles del massismo en la Provincia reconocía a Noticias Urbanas: “Merlo y Almirante Brown es donde estamos más flojos para fiscalizar”. En el distrito del sur del conurbano, en donde Massa prácticamente no pudo armar nada tras la salida de sus filas de Darío Giustozzi y del intendente Daniel Bolettieri, el FR lleva dos listas para la primaria (Mario Serrano y Fidel Jerez).
Almirante Brown es otro de los más relevantes municipios del conurbano y el cuarto más importante de la Tercera Sección (405 mil votantes). La interna entre Giustozzi y el sciolista Mariano Cascallares apunta a llevarse buena parte de la atención. Allí, el Pro cuenta con Carlos Regazzoni, quien con alianzas con gremios locales y el apoyo del aparato macrista, está en mejores condiciones que el massismo.
Al Pro también le preocupa la capacidad de fiscalización en otro distrito donde no logró un armado consolidado: Moreno, con 307 mil electores, en donde no pudo hacer pie y cuyo intendente, Mariano West, gobierna hace dos décadas, y será desafiado en la interna por el camporista Walter Festa.
Este domingo será la hora de la verdad y el mayor desafío de las fuerzas de oposición será lograr que el número final que cargue la web de la Dirección Nacional Electoral sea lo más parecido posible a la voluntad de los votantes, neutralizando la fiereza del aparato del PJ.