Este lunes, en los pasillos de Bolívar I y en algunos de los pocos despachos que permanecen abiertos en la Legislatura porteña, pese al receso estival, empezó a circular fuertemente el rumor de que la senadora Gabriela Michetti había recibido la bendición del papa Francisco para competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.
Sin embargo, la propia Michetti desmintió esta información. Pese a que se especulaba con que la senadora utilizaría este supuesto aval para salir airosa de las presiones que viene recibiendo por parte de la mesa chica del PRO y el mismísimo Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para que renuncie a sus ambiciones de sucederlo y así imponer a su preferido, el Jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Quiero desmentir categóricamente que el papa Francisco se haya metido en este tema tan pequeño como es una elección primaria en la Ciudad de Buenos Aires frente a los problemas enormes y complejos de los que tiene que ocuparse”, sostuvo a través de un comunicado de prensa. A lo que añadió: “Nunca quise mezclar mi relación con el Papa con los temas políticos, mucho menos lo voy a hacer ahora. Pido encarecidamente que se publique mi desmentida porque soy de las que se opone constantemente a que mezclemos a Francisco con los temas de la política local”.
Por otra parte, Michetti hizo referencia a la discusión política que la tiene en el centro de la escena al señalar que “la discusión interna en el PRO se está dando de una manera democrática y civilizada gracias a la calidad humana y dirigencial de Mauricio Macri. No es bueno que se mezclen intereses mezquinos y personalísimos cuando tenemos la oportunidad de crecer todos como personas y representantes políticos”. Y avisó: “Cuando llegue el momento de definir los roles de cada uno en la próxima elección se comunicará esa información con transparencia. Mientras tanto la relación personal que tengo con Mauricio Macri sigue siendo tan afectuosa, respetuosa y profunda como siempre. Y eso es exactamente lo que nos permitirá definir lo mejor para nuestra Argentina y nuestro proyecto”.
Finalmente, la senadora dejó abierta la posibilidad de bajarse de la pelea por la Ciudad al indicar que “lo que definitivamente puedo decir hoy es que mi decisión siempre terminará consensuada con Mauricio y tendrá únicamente que ver con mis convicciones más sinceras. Nunca con objetivos mezquinos o de corto alcance”. Por lo que la novela del verano se muestra prometedora de cara a la segunda quincena de enero, cuando lleguen las definiciones.
